Muchos padres no mandaron a sus hijos al colegio aunque su maestro dio clases
Lo comprobó Clarín en una recorrida por el Conurbano. Esto potenció la medida de fuerza de los gremios.
Una vez más, los uniformes superaron a los guardapolvos blancos en las calles bonaerenses. En una recorrida por las zonas oeste y norte del Conurbano, Clarín pudo observar que el acatamiento al paro docente convocado ayer por los gremios bonaerenses fue dispar –total en algunas escuelas, leve en otras-, pero que se potenció por diversos motivos. Y uno de ellos es que muchos padres tomaron la decisión de no llevar a los chicos a la escuela aún si el maestro no adhería a la medida de fuerza. No los mandaron simplemente “porque hay paro”, o porque alguno de sus hijos no tenía clases (aunque otro sí), o incluso porque tenían miedo. También hubo escuelas secundarias en donde los adolescentes aprovecharon para faltar por su cuenta y así “zafar” de sus obligaciones.
Como ya es habitual, a la hora de evaluar la jornada, gobierno y sindicatos parecen haber visto otra película. Mientras que la Provincia sostuvo que el porcentaje de adhesión fue del 40%, desde el Frente de Unidad Gremial (FUD) -que agrupa a distintos gremios de maestros- afirmaron que fue mayor al 90%.
Clarín pudo ver en su recorrida que en la Escuela N° 45 de Caseros había movimiento, aunque las madres aseguraban que era menor al acostumbrado. “Acá, en la puerta, otro día estaría lleno”, decían. “Tengo un hijo en primaria y la maestra no vino. Pero no por el paro. Faltó por problemas personales”, contó Laura, una madre de este colegio. “Hay una maestra que aprovecha el paro para hacer trámites”, lanzó Adriana, otra madre. “Muchas mamás, si hay paro, directamente no los traen”, agregó. “Venir o no depende de la mamá, no tanto de la maestra. Algunas tienen miedo de traer a los chicos. Piensan que va a haber algún tipo de represalia”, sostuvo Daniela.
“Antes, cuando había paro los papás no mandaban a los chicos por las dudas. Pero la directora dijo que empezaba una nueva etapa y ahora esto cambió. Tenemos la suerte de que todas las docentes trabajan”, se enorgullecía Blanca Aragón, mamá de un alumno la escuela N°12 de Florida. Agregó que, ayer a a la mañana, todos los docentes asistieron y sólo faltaron algunos auxiliares.
También hubo actividad en la Escuela N° 12 de Caseros. Este diario pre- senció el momento del ingreso, con una importante cantidad de alumnos. “¡Buenos días señorita!”, gritaron los nenes enfilados de menor a mayor. “Bandera de la patria, celeste y blanca...”, continuaron en lo que fue una jornada casi normal.
El paro afectó también a los jardines de infantes. En la escuela de Educación inicial N° 942 de San Martín, un cartel definía el panorama: “Familias: jueves 5 de abril hay paro docente. Adhieren: turno mañana sala roja, sala celeste y sala verde. Turno tarde sala amarilla, sala naranja, sala azul”.
Al lado, en la Escuela Primaria N° 85, dos grados no tuvieron clases por la mañana, de un total de 14. “El primer paro del año fue similar, las mismas dos maestras adhirieron”, contó la vicedirectora. “Al haber sido un paro programado, se avisó ayer. Los que vienen, son atendidos igual. Hay dos nenes que vinieron y los manda- ron al grado paralelo, como sucede si la maestra no viene por un problema de salud”, agregó. “Cada vez el paro convence menos, porque son días a descontar. En la mayoría de las escuelas, cuando se hizo efectivo el descuento el año pasado, bajó mucho la adhesión”, subrayó.
Más insólita fue la situación en la escuela de Educación Media N°4 de Florida. No fue ningún alumno, de los 220 que estudian ahí por la mañana. A este secundario fueron dos docentes (de unos 16 que son en total), el director y un auxiliar.
“La escuela está abierta, pero no vino ningún alumno. Ellos también hacen paro. En general los chicos son los primeros que se adhieren, con tal de no venir... Son adolescentes, les dicen a los padres ‘Me dijeron que hay paro, que no vaya’, aunque no sea verdad, o se ponen de acuerdo entre ellos para faltar”, contó un auxiliar.
Otros establecimientos estuvieron, directamente, sin actividad. La Escuela N° 44 de Santos Lugares exhibía un cartel en su pared externa: “Jueves 05/04 paro docente”. Por la mañana no había nadie en la puerta, que estaba cerrada con rejas. No se veía ningún docente, ni padres, ni alumnos. En la escuela N° 8 de Vicente López, el panorama también era desolador. Ni un chico recorría sus largos pasillos ni el inmenso patio. La adhesión al paro allí fue total. ■