Un maestro que dejó su arte en las cúpulas de las galerías
Juan Carlos Castagnino. Pintó murales en los techos de centros comerciales de Retiro, Caballito y Flores.
Fue un pintor con acento “social”, muralista, figura del arte argentino del siglo XX. Juan Carlos Castagnino nació en Mar del Plata en 1908. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova y participó en talleres del maestro Lino Enea Spilimbergo. Con él y con el mexicano David Alfaro Siqueiros, Antonio Berni y el uruguayo Enrique Lázaro, trabajó en el mural Ejercicio Plástico (1933).
A fines de la década de 1930, viajó a Europa y se perfeccionó con Picasso, entre otros grandes vanguardistas modernos.
Hay obra suya en museos y colecciones clave. Pero sus murales son un imán de la Ciudad. En 1946, junto a Berni, Spilimbergo, Manuel Colmeiro y Demetrio Urruchúa pintó parte de la cúpula del edificio de Galerías Pacífico, diseñado por Francisco Seeber y Emilio Bunge a fines del siglo XIX como Le Bon Marché de París. Fue un trabajo conjunto que se convirtió en ícono del muralismo local. Su obra en ese espacio se titula La vida doméstica, y allí reinan armonía y felicidad.
Existen otros murales de Castagnino, casi secretos, en territorio porteño. Hombre, Espacio, Esperanza se llama el que creó en 1959 en la Galería París, ubicada en el corazón comercial de Caballito. El hombre está en el centro, rodeado por evocaciones al universo, y en un extremo surge un chiquito, como símbolo de la esperanza de la que habla el título. Otro ejemplo: en 1956, para la apertura de la Galería San José de Flores, trabajó sobre el campo y el puerto, con Urruchúa y Enrique Policastro.
También fue dibujante. Ilustró una versión muy reconocida del Martín Fierro para la editorial Eudeba.
Castagnino falleció en Buenos Aires en 1972. En Mar del Plata, el Museo Municipal de Arte lleva su nombre. ■