Cayó otro joven por el homicidio de Agustina y liberaron a los tres menores
Un testigo apuntó en su contra y otro lo ubicó en la zona del crimen. Los tres adolescentes fueron desvinculados.
Un vuelco en la investigación del crimen de Agustina Solange Bustos (19), apuñalada para robarle la mochila en Bahía Blanca, llevó a la detención este fin de semana de un joven de 18 años. El nuevo sospechoso, Matías Moreno, fue indagado ayer por la fiscal de Responsabilidad Penal Juvenil 1 de Betina Ungaro, después de recibir dos nuevos testimonios espontáneos que dieron un giro a la causa.
“Uno de los nuevos testigos apuntó directamente sobre él y el otro también lo ubicó en el lugar del hecho”, explicó a Clarín una fuente de la fiscalía 1. Sin embargo, en la indagatoria, Moreno aseguró que no estaba en el barrio Rucci, el martes a la noche, cuando la joven fue apuñalada en el acceso al Monoblock 2, a 40 cuadras del centro de la ciudad. Tras más de media hora de espera de la ambulancia, Bustos fue trasladada al hospital municipal donde falleció.
En las próximas horas, los inves- tigadores indagarán sobre la coartada que dio Moreno para desligarse del homicidio. Con su imputación, quedaron desvinculados de la causa los tres menores de 14, 15 y 17 años que estaban presos desde la noche del hecho. Según vecinos, desde una hora antes del crimen, ellos estaban cerca de una parada de ómnibus, intentando robarles a los pasajeros. La Policía los halló escondidos, en un descampado, a pocos metros de la mochila de la víctima. Cerca de allí encontraron un cuchillo con manchas de sangre y cabellos.
“Además de los dos testigos que declararon en forma espontánea, otros que habían involucrado a los menores ante la Policía, modificaron sus dichos en Fiscalía”, dijo a Clarín un vocero de la UFIJ 1 de Menores, que vinculó el cambio a que en los primeros días, tras el crimen, “había mucho temor en el barrio”.
Al día siguiente del homicidio de Agustina, que este año había comenzado a estudiar Enfermería y quería ser médica, un grupo de pobladores que volvían de una masiva marcha a la comisaría 6°, donde
hubo fuertes críticas hacia la Policía, arrojó piedras y produjo destrozos en un par de casas en el barrio del Plan Federal, donde viven los menores de 14 y 17, que son hermanos. Esa misma noche, a otra, intentaron prenderla fuego.
Al día siguiente y por un dato erróneo circulado en redes sociales, fue incendiada una vivienda, falsamente vinculada con los menores, en otro sector de la ciudad. Los tres, todos con antecedentes en el fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, recuperaron la libertad. ■