La mujer en el agro: el debate por la equidad también le llegó al campo
Apenas el 5% ocupa cargos directivos en la agroindustria. Buscan que la discusión llegue a la agenda del G-20.
“Nunca sin ellas y mejor con ellas”, recibió ayer por la tarde el embajador de Francia, Pierre Henry Guignard a un auditorio y panelistas de lo más diverso convocado para debatir la situación de la mujer en el campo. La iniciativa partió de la Asociación Marianne que cobija a mujeres profesionales que se han propuesto tender un puente en las relaciones con Francia. Marianne organizó la jornada junto con el W-20, el brazo del G-20 dedicado a elaborar recomendaciones sobre políticas de equidad de género para los líderes del G-20 que se reú- nen el próximo noviembre en Buenos Aires. Guignard admitió que es un tema candente en Francia donde el 25% de las mujeres son responsables de las explotaciones agrícolas. “Lo hemos transformado en una gran causa nacional. En 2022 la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) se ha propuesto destinar el 50% de los préstamos al empoderamiento de las mujeres”, contó. Laurence Loyer, vice de Marianne y directora de Superville, introdujo el concepto de Mixité. Esto es, resolver la problemática de género entre hombres y mujeres. En la embajada francesa, había abundante representación masculina: desde los expertos Martín Piñeiro y Miguel Gorelik a Juan Vaquer, presidente de Dupont.
Puestos a analizar el liderazgo de la mujer en la Agroindustria en el panel moderado por Silvia Fesquet, Editora Jefa de Redacción de Clarín; Sil- via Taurozzi, ex miembro del comité ejecutivo global del coloso Louis Dreyfus, presentó una encuesta reveladora. Un magro 5% de las mujeres llega a puestos directivos.
Ricardo Negri, presidente del Senasa, completó el cuadro al señalar que hay un 30% más de mujeres en la carrera de ingeniería agronómica y en la de veterinaria el 70% ya son mujeres. Negri se refirió al rol en el campo de las mujeres de su familia. “Mi madre manejaba el tractor”, recordó. A cargo del control de la sanidad animal reconoció que en los puestos de frontera hay pocas mujeres. “se vive aislado, es difícil”, dijo. Fesquet lo aguijoneó: “¿Acaso las mujeres no pueden hacer bien ese trabajo?” Negri puso como ejemplo a una técnica en Potrerillos en Mendoza. Y prometió cambiar la ecuación en el organismo. De la importancia de las políticas de género para el campo informó Susana Balbo, chair del W20. Contó que el 40% de la población rural en la Argentina son mujeres. Y que el 50% del control de calidad de los alimentos está en manos de mujeres.
En otro panel, Pilu Giraudo, quinta generación de productores, se explayó sobre la falta de visibilidad. Y ese fue el tema que profundizó Fabiana Menna de la Fundación Gran Chaco al contar que la mujeres en situación de pobreza padecen profundamente la desigualdad.
Fue Antonio Aracre, director General de Syngenta, quien puso el dedo en la llaga. Aseguró que la líder en semillas está comprometida en políticas para generar la igualdad de oportunidades. Pero Aracre se llevó los aplausos por lo que hicieron en Santiago del Estero y en Balcarce al tomar 300 mujeres para las labores en el campo. “No había trabajo duro para ellas y todas querían volver”. ■