“Guacho”, un ex jefe guerrillero que se apartó para dedicarse al narcotráfico
Buscado. Se llama Walter Patricio Arizala y era miembro de las FARC. Su banda emitió un comunicado donde culpa de las muertes a la intransigencia del gobierno.
Walter Patricio Arizala Vernaza, alias “Guacho”, es hoy el delincuente más buscado por las fuerzas de Ecuador y Colombia, luego de la confirmación oficial de que la fracción a su mando, “Frente Oliver Sinisterra”, fue el que asesinó a los tres periodistas ecuatorianos.
Ayer, ante la conmoción que causaron los crímenes, se conoció un supuesto comunicado de la agrupación donde descargaba toda la culpa en el gobierno de Lenín Moreno. “Se le propuso al gobierno ecuatoriano que llegáramos a un diálogo, para respetarnos mutuamente y hacer entrega de los periodistas, la respuesta fue más tropas, más gringos, más militares colombianos en el Ecuador, más represión. La respuesta fue militar”, afirma, para luego resaltar: “El resultado de esta represión es la muerte de los tres periodistas ecuatorianos”.
En otro tramo afirman: “Compañe- ros nuestra ideología basada en los estatutos de las FARC nos obliga a proteger la vida y la integridad de los retenidos, independientemente de su raza, su nacionalidad o su religión, y así lo hicimos (...) pero los gobernantes de Ecuador y Colombia hicieron caso omiso, pues para estos gobiernos es mejor la represión que el diálogo y la cordura”.
Aún no fue confirmada la autenticidad de este comunicado, que utiliza un lenguaje combativo al viejo estilo de los grupos rebeldes. Sin embargo, nadie cree que cuenten con ideología alguna. Inclusive son denunciados por otras agrupaciones. Ayer, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo guerrillero que también negocia su desarme en Colombia, sacó un comunicado repudiando el crimen. “Esas bandas narcoparamilitares son grupos dedicados al negocio del narcotráfico y no a la lucha revolucionaria”, pese a que “algunos de sus integrantes hayan pertenecido en el pa- sado a las FARC”, dijo el ELN.
Las autoridades ofrecieron 100.000 dólares por cualquier dato que ayude a capturar a Arizala y su grupo. Aunque se cree que ahora se esconderá en la selva, un ambiente que conoce mejor que nadie.
Arizala es ecuatoriano y tiene 27 años. Ingresó a la guerrilla de las FARC en Colombia a los 15 años, y lo hizo como miembro de la columna móvil ‘Daniel Aldana’. Según cuenta El Tiempo, se especializó en el manejo de explosivos y llegó a tener un mando intermedio.
Cuando comenzó el proceso de paz entre las autoridades de las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos en Colombia, Arizala prefirió apartarse y quedarse con un grupo dedicado al narcotráfico.
El grueso de las FARC avanzó con las negociaciones que se llevaron a cabo en Cuba y tuvieron el respaldo internacional. El acuerdo se firmó en noviembre de 2016 y significó el fin de la guerrilla más importante del continente. A partir de allí la agrupación entregó las armas y se incorporó a la vida cotidiana de Colombia, incluso como partido político, compitiendo en las últimas elecciones.
Sin embargo, hubo pequeños grupos disidentes que no acataron el acuerdo y se internaron en la selva, ya como bandas delictivas dedicadas al narcotráfico, en complicidad con ex paramilitares.
Uno de ellos es el Frente Oliver Sinisterra, acusado de hechos sanguinarios. En ese territorio difuso entre Colombia y Ecuador, “Guacho” y su gente disputa el control de los cultivos de coca, los laboratorios y las rutas de envíos a otros carteles. Para marcar su territorio ya realizó al menos cinco ataques con explosivos en territorio ecuatoriano, incluido un coche bomba. En Tumaco, su centro de producción y distribución, se enfrentó a otra agrupación dedicada a la venta de drogas y mató a ocho personas.
El “Guacho”, según medios colombianos, se dedica especialmente al cultivo de coca y producción de cocaína en parajes de Tumaco, una población colombiana en la línea de frontera con Ecuador. De acuerdo con los últimos datos, su agrupación contaría con unos 70 integrantes fuertemente armados. ■