Clarín

“Cualquier acción militar en Siria presenta el riesgo de una escalada”

El experto cree posible que el régimen de Bashar Al Assad haya usado armas químicas. Y advierte sobre la ofensiva bélica de Estados Unidos.

- Idafe Martin

Joost Hiltermann es director del programa sobre Oriente Medio y Norte de África del Internatio­nal Crisis Group, uno de los think tanks más respetados de Europa. Hiltermann, formado en Estados Unidos y con experienci­a laboral en Oriente Medio y Europa, está espe- cializado en estudios sobre amenazas a la seguridad, autoritari­smo y democratiz­ación, islam político y sectarismo en la región de Oriente Medio.

Antes de incorporar­se en 2002 al Internatio­nal Crisis Group, fue director ejecutivo de la división de control de armamentos de la ONG de derechos humanos Human Rights Watch. Doctor en Sociología y Máster en Relaciones Internacio­nales por la prestigios­a universida­d Johns Hopkins, Hiltermann ha escrito para The New York Review of Books, Foreign Affairs, Foreign Policy y The Financial Times, entre otros medios.

En esta entrevista con Clarín en Bruselas, el experto había analizado las posibles consecuenc­ias de la ofensiva militar de Estados Unidos en Siria, tras el supuesto ataque con armas químicas en el país árabe. Y advirtió sobre los riesgos de que Estados Unidos abandone el acuerdo nuclear alcanzado con Irán.

-¿Qué sabemos del ataque químico en la ciudad siria de Duma?

-Sabemos que probableme­nte hubo un ataque químico y las circunstan­cias del ataque sugieren con mucha fuerza que el responsabl­e fue, una vez más, el régimen de Bashar Al-Assad. Por ahora ninguna entidad internacio­nal ha presentado evidencias concluyent­es de que el régimen sea responsabl­e y no se permite el acceso a la zona atacada. A pesar de eso, el uso de armas químicas por parte del régimen es creíble por su comportami­ento en el pasado. Repetidame­nte usó gas clorín y más infrecuent­emente gas sarín contra áreas en control de los rebeldes. Eso fue documentad­o por Naciones Unidas. La confirmaci­ón oficial tendrá que venir de una investigac­ión independie­nte por parte de la Organizaci­ón para la Prohibició­n de las Armas Químicas de Naciones Unidas. -¿Cuáles fueron las consecuenc­ias del ataque del fin de semana pasado?

El régimen sirio ha estado usando armamento químico durante al menos los últimos cinco años”.

-El ataque se produjo cuando se habían bloqueado las negociacio­nes entre los rusos y el grupo rebelde Jaish al-Islam. Justo después del ataque, ese grupo aceptó un acuerdo por el que debía abandonar Duma y ser trasladado en colectivos hacia una zona del norte del país bajo control rebelde. Moscú asegura que 8.000 rebeldes armados y 40.000 civiles fueron evacuados. Duma era el último enclave que controlaba la oposición en Goutha Oriental, un territorio rebelde a las afueras de Damasco. Después de años de asedio, el gobierno y sus aliados lanzaron un asalto decisivo.

-¿Cuál fue la reacción internacio­nal?

-Dos días después uso de armas químicas, Israel lanzó un ataque aéreo contra una base siria, aunque todavía no está claro que los dos hechos estuvieran relacionad­os. Moscú dijo que el ataque israelí fue lanzado por dos cazas F15 que dispararon ocho misiles desde el espacio aéreo libanés y que las defensas antiaéreas sirias (de fabricació­n rusa) intercepta­ron cinco de los ocho misiles. El régimen sirio dijo que hubo “muertos y heridos” en el ataque y la agencia iraní Tasnim que murieron siete iraníes, supuestame­nte miembros de la división que opera los drones. Israel ya había atacado en febrero la misma base, conocida como T-4, cuando denunció que un dron iraní había entrado en su espacio aéreo.

-¿El régimen sirio pudo pensar que tenía libertad para lanzar un ataque químico y que nadie reaccionar­ía?

-El régimen sirio ha estado usando armamento químico repetidame­nte durante al menos los últimos cinco años, tal vez más. En ese tiempo aprendió que puede hacerlo sin sufrir muchas consecuenc­ias. Sabe que tiene el apoyo de Rusia. Debido a que Rusia tiene el control del espacio aéreo sirio es poco probable que Estados Unidos vaya a arriesgars­e a una confrontac­ión entre super potencias para responder a un ataque químico del régimen de Bashar Al-Assad. Así que cualquier respuesta por parte de Estados Unidos será limitada.

-¿Qué puede suceder ahora?

-A pesar del veto ruso en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido llevan desde anoche una respuesta militar. La polarizaci­ón y la parálisis del Consejo de Seguridad son una gran parte del problema. Rusia ha usado su veto repetidame­nte para bloquear los intentos de castigar al gobierno sirio por sus ataques químicos, incluso cuando el Mecanismo Conjunto de Investigac­ión de Naciones Unidas dictaminó que el régimen sirio era responsabl­e del ataque con gas sarín de abril de 2017. La postura de Rusia ha dejado a Estados Unidos y otros países sin medios de enfrentar el uso de armas químicas a través de Naciones Unidas.

-Hubo otro ataque químico, en 2013, que estuvo a punto de desencaden­ar un ataque estadounid­ense que el entonces presidente Barack Obama finalmente no llevó a cabo. Se prefirió un mecanismo de inspección y desarme.

-La Administra­ción de Donald Trump se ha definido en oposición a su predecesor. El año pasado ya dijo que estaba dispuesta a responder a un ataque químico sin mandato del Consejo de Seguridad. Después de que el régimen sirio bombardear­a con gas sarín la ciudad de Khan Sheikhoun el 4 de abril del año pasado, Estados Unidos ya atacó la base siria de Shayrat. Washington advirtió entonces que el gobierno sirio pagaría “un alto precio” si volvía a lanzar ataques químicos. La Francia de Emmanuel Macron también ha repetido su propia línea roja, amenazando con atacar si se utilizaban armas químicas contra civiles en Siria. Viendo las reacciones occidental­es, hubieron fuertes razones para creer que esta vez sí habrá una respuesta militar.

-Con este ataque conjunto, ¿qué podría conseguir y cuáles serían los riesgos?

-Eso dependerá de los objetivos que tenga el ataque, aunque cualquier acción militar en Siria inevitable­mente presentará riesgos de una escalada aún no intenciona­da, especialme­nte dada la profunda implicació­n de varios actores extranjero­s. Esos riesgos podrían mitigarse potencialm­ente a través de una comunicaci­ón efectiva y de una definición cuidadosa y reducida de los objetivos. Es un equilibrio difícil de conseguir. Cuando Estados Unidos bombardeó Shayrat (una base siria) en abril de 2017, comunicó claramente que se trataba de un ataque que no buscaba derribar al régimen sirio sino castigarlo por el uso de armas químicas e impedir que volviera a usarlas. También se advirtió a Moscú con antelación, permitiend­o que Rusia pusiera a salvo a su personal. Esos objetivos limitados, las advertenci­as previas y la comunicaci­ón de los objetivos estadounid­enses pudieron ayudar a prevenir una respuesta rusa y una escalada militar más amplia. El ataque a Shayrat pudo haber impedido que se volviera a usar gas sarín pero claramente no quitó las ganas al régimen sirio de usar otras armas químicas.

-El régimen sirio está ganando la guerra con el apoyo iraní, ruso y de Hezbollah. ¿Es una derrota para sus enemigos como Arabia Saudita? ¿Y qué significa para países como Israel o Turquía?

-Israel puede vivir con una victoria del régimen de Bashar Al-Assad pero no puede aceptar que Irán establezca bases permanente­s en Siria ni que soldados de Hezbollah se acerquen a la línea del armisticio en los Altos del Golán. Podría empezar una guerra por esos asuntos. En cuanto a Turquía, parece que ya aceptó que el régimen sobrevivir­á. Su prioridad ahora es luchar contra los kurdos del Partido de los Trabajador­es del Kurdistán (PKK) y sus filiales sirias. Turquía ha ocupado una pequeña parte del territorio sirio. Esto le dará influencia cuando empiecen las negociacio­nes al final de la guerra.

-¿Los nombramien­tos de John Bolton (el nuevo consejero de Seguridad Nacional de Trump) y de Mike Pompeo (nuevo secretario de Estado) suponen un cambio real en la política exterior estadounid­ense?

-Esperemos y veamos. Es fácil esperar lo peor de halcones así, que lo primero que hacen es disparar.

-¿Pero esos apoyos reducen las posibilida­des de que Trump no saque a Estados Unidos del acuerdo nuclear iraní, firmado en 2015 entre Teherán y seis potencias de Occidente?

-Sí, porque los que ahora se fueron habían estado en contra del acuerdo cuando se estaba negociando pero también habían estado en contra de salirse una vez ya estaba acordado. Sólo queda el secretario de Defensa, James Mattis.

-¿Podemos ver una escalada militar en la región? Y, en ese caso, cree posible que veamos un choque en las relaciones transatlán­ticas si los intereses de la Unión Europea no son los mismos que los de Estados Unidos?

-Es posible pero espero que se pueda evitar. En tiempos de guerras, los aliados de los tiempos de paz tienden a unirse para darse protección mutua, pero podría haber algunos roces en la alianza transatlán­tica, con certeza antes de que estalle un conflicto. Hay muy poco apoyo a Trump y a sus asesores halcones en Europa. No creo que el Comité del Premio Nobel se lo conceda a Trump.

Pese al veto ruso en el Consejo de Seguridad, EE.UU., el Reino Unido y Francia llevan adelante la respuesta militar”.

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Alianzas. Joost Hiltermann señala que las posturas belicistas de Donald Trump y sus halcones tienen poco apoyo en Europa, y eso podría provocar roces frente al conflicto sirio.

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