El “Maddof argentino” negó ser un estafador y dijo que quiere devolver la plata
Aseguró que fracasó en sus inversiones. Quedó preso en el mismo pabellón que Lázaro Báez.
Rechazó las comparaciones con Bernard Madoff y negó las acusaciones por fraude. Igual, a Enrique Blaksley Señorans (53) lo alojaron en la cárcel de Ezeiza, en el mismo pabellón que Ricardo Jaime y Lázaro Báez, presos por corrupción.
Blaksley, que está acusado por la estafa más grande de la historia argentina, dijo, durante su declaración ante la jueza federal María Servini y la fiscal María Alejan- dra Mángano, que en realidad todo se trató de un “desastre administrativo”. Y pidió que le den prisión domiciliaria para seguir trabajando y devolverle la plata a los damnificados.
En tanto, la jueza Servini rechazó un pedido de excarcelación de los otros tres detenidos por el caso y señalados como “socios” de Blaksley: Federico Dolinkue, Alejandro Carozzino y Verónica Inés Vega.
Se estima que el monto de la estafa llega a $ 1.500 millones y hay más de 2200 damnificados, según informaron fuentes judiciales a Clarín.
“Hoy en día hay personas que reclaman que en su momento cobraron y reinvirtieron las ganancias, las amortizaron y después pasó lo que pasó. No tiene sentido convertirme de un día para otro en un monstruo cuando a mi me iba muy bien. Si falló una situación financiera es otro tema, pero que yo haya pergeñado un esquema para estafar gente no es así”, dijo Blaksley durante su declaración, que se extendió por dos días.
Además, se refirió a la comparación con Bernie Madoff, el financista de Wall Street condenado a 150 años de prisión. “El nunca compró nada, no hizo malos negocios. Mis negocios existieron, estaban, invertí, no inventé un estado de cuenta para que la gente crea una. Me llamaban también el ‘dandy estafador’ y así destruyeron 30 años de una empresa”. ■