“Acá hay que ser fuertes de la cabeza porque a veces se exagera mucho”
Es una pieza clave para Guillermo. Y se ilusiona con ser campeón y con ganarse un lugar con Colombia en el Mundial
El 9 de abril de 2017, después de casi seis meses en el club, Wilmar Barrios jugó su primer partido entero con la camiseta de Boca. Fue titular en Liniers en un triunfo del equipo del Mellizo. Un mes más tarde, tras la dura caída ante River en la Bombonera, el colombiano se ganó la titularidad. Desde entonces jugó 34 encuentros seguidos desde el inicio (marcó un gol) y sólo se perdió tres juegos: uno por sanción, otro por estar convocado y un tercero porque se operó de su mano. De no jugar a ser inamovible. De costar 2.6 millones de dólares en 2016 a una cláusula de 20 millones en la actualidad. Barrios es una pieza decisiva en este equipo que busca el bicampeonato y también avanzar de fase en la Libertadores, todo un ratito antes de jugar su primer Mundial.
-¿Sentís que sos irremplazable para el equipo?
-No, cada uno de los futbolistas del plantel es importante. Eso es lo que nos marca el entrenador y estamos en un momento de la temporada en la que todos tenemos minutos de juego porque el equipo nos necesita. Gracias a Dios me está tocando jugar y
agradezco la confianza.
- ¿Qué valor le dieron en el grupo al empate contra Palmeiras?
-Conseguimos un punto importante. Sentimos que la Copa se juega de esa manera. No merecíamos una derrota después del esfuerzo táctico y físico que habíamos hecho. Hicimos un partido inteligente, concentrados, pero hay que seguir ajustando detalles. El planteo fue serio y enfrentamos a un rival peligroso que casi no nos generó oportunidades.
-¿La Copa está más difícil de lo que imaginaban?
-Alianza Lima y Junior son buenos equipos aunque todavía no hayan ganado. El grupo que nos tocó no es sencillo y debemos ganarle a Palmeiras en nuestra cancha para acercarnos a la siguiente instancia. Es importante sumar de visitante en la Libertadores, si ganamos en casa. Todos los rivales nos disputan los partidos con otra intensidad y cuidados. Nos analizan, nos estudian y saben lo que podemos generar.
-¿Tu futuro está en Europa?
-Yo me dedico a entrar a la cancha para defender la camiseta de Boca. Lo que ocurra afuera lo manejan mi agente y los dirigentes. Mi objetivo es ayudar al equipo a cumplir con lo que nos planteamos a inicio de año, que es ser campeones a nivel local y avanzar en la Copa. Lo que pase después no lo tengo en la cabeza.
-¿Es difícil jugar en este club? -En Boca hay que ser fuertes de la cabeza porque se habla mucho. Se inventan cosas, se exageran y todo el tiempo se analiza lo que hacemos. Todo tiene una repercusión muy grande pero es acorde a lo que significa Boca en el país y en Sudamérica. Es un desafío grande, hay un plantel con muy buenos futbolistas y estoy feliz de estar acá.
-¿Sentís que Boca te ayudó a acercarte al Mundial?
-Gracias a Dios estoy trabajando mucho por ganarme un lugar en la Selección Colombia. El profesor Pekerman me viene citando y es un orgullo para mí. Estar jugando en Boca es muy bueno porque la exigencia es grande. Jugar en Boca es como jugar en una Selección porque tenemos los objetivos más altos y la presión es igual de grande. Espero poder ganarme un sitio en el Mundial.
-¿Cómo qué tipo de jugador te definirías?
-Juego al 100 por ciento todos los partidos, no tengo otra manera de hacerlo. Trato de ayudar al equipo desde mi posición, pero es muy importante lo que hacen mis compañeros atrás en la defensa, a mi lado y los delanteros. Cada uno debe potenciar al compañero que tiene al lado. ■