Atlético, un equipo serio que siempre suma
Derrotó como visitante a un Gimnasia que perdió su quinto encuentro al hilo. ¿Se sostendrá Sava?
Por la osadía, el equilibrio y la sabiduría para buscar la grieta en la zona roja de la defensa de Gimnasia (el sector derecho), Atlético Tucumán festejó en La Plata, estiró a cuatro partidos su racha sin perder en la Superliga y, con justicia, se llevó la victoria que lo deja bien instalado en la zona de clasificación a la Copa Sudamericana. El local, en tanto, profundizó su crisis al perder por quinto partido consecutivo.
A pesar de que el encuentro comenzó a todo ritmo porque hubo dos jugadas de peligro apenas iniciado el juego, después cayó a la medida de los antecedentes de cada uno: todo fue mediocre. La rotación en Atlético, con Aliendro, Melo y Toledo como titulares, si bien no expuso un eje futbolístico creativo, no afectó el funcionamiento colectivo del equipo. Y aunque a los 30 minutos ya estaba en desventaja, en lo que fue el único acierto de Gimnasia en el área de enfrente (pase de Niell para Alemán, quien amagó a patear y se la sirvió a Faravelli), la visita supo utilizar la cancha y la pelota para, ya en el segundo tiempo, desequilibrar en toda la cancha. Hubo inteligencia también del técnico Ricardo Zielinski en los cambios para enderezar el rumbo. Antes de los 20 minutos ya habían ingresado el Pulga Luis Rodríguez y Guillermo Acosta y con ellos Atlético marcó la diferencia. Eso sí, lo hizo solamente en el resultado y no en lo conceptual. Sacó provecho de un Gimansia que no expresó la más mínima mejoría futbolística. Todo lo contrario.
Las virtudes en las que Atlético Tucumán solidificó su triunfo fueron dormir al rival cada vez que tuvo la pelota, esperarlo y utilizar la línea de volantes centrales para frenar cual- quier intento. Gimnasia se repitió en los centros y tuvo una escasa participación del volante Brahian Alemán. Cuando no entra en sintonía el uruguayo, todo lo que lo rodea se derrumba: se enreda con la pelota, demora la transición de fase en la zona de ataque y no ofrece algún tipo de garantía futbolística.
Atlético Tucumán lo golpeó en plena crisis a su rival y una secuencia de errores defensivos le permitió a Melo empatar. Después de la igualdad, el ganador liberó su propia línea de ataque y, con tres toques, a los 37 minutos definió el partido: Melo alargó para Rodríguez y éste, en vez de patear al arco, la tocó hacia atrás para Gervasio Núñez quien marcó su tercer gol en el torneo, el segundo al hilo.
Es de destacar la astucia de un equipo que, a pesar de no ser uno de los más fuertes de la Superliga, que viene de perder en la Copa Libertadores y que reservó jugadores par a visitar el miércoles a The Strongest, con una buena base y con esa maqueta de equipo bien trabajado se la bancó para torcerle el brazo -no mucho más que eso- a un Gimnasia que está derrumbado y que no se sabe hasta cuándo sostendrá a Facundo Sava. ■