Voces, reclamos y esperas de jubilados
Hoy me he decidido a escribir como última solución al problema que tenemos los mal llamados viejos, (quiero aclarar que los viejos de hoy, somos los que aportamos religiosamente durante nuestros años como activos. En mi caso particular, durante 42 años sin tener que pagar moratorias por deudas con ANSeS. Así también tengo muchas personas que conozco, sobre todo una muy cercana que se acogió a la Reparación Histórica, donde le dijeron que una vez completado el trámite con abogado incluido, a los 60 días cobraría el 50% del retroactivo y la actualización de su haber previsional, (el cual sí fue actualizado nueve meses después de la firma del acuerdo).
Ahora bien, el retroactivo está retenido en la ANSeS. Cuando se dirige a la agencia que le corresponde, la respuesta textual es que “está todo parado, no están pagando nada”. ¿A está persona, próxima a cumplir 80 años, cuándo le van a dejar de mentir tan descara- damente? Mi caso es diferente, yo tengo el juicio por reajuste en la Cámara Federal de la Seguridad Social, sala 3, el cual duerme el sueño de los justos desde que la ANSeS apeló el 3 de abril de 2017. Particularmente, me enoja porque soy diabética insulino-dependiente, hipoacúsica bilateral 100%, hipotiroidea desde los 16 años, y salvo la medicación de la diabetes Tipo 1, que es gratuita, pero muy controlada, el resto debo pagarlo, que son mensualmente aproximadamente $ 1.300, con un haber mensual neto de unos $ 10.500 debido a la cantidad de préstamos que tuve solicitar para hacer frente a luz, gas, teléfono, supermercado, etc. Por eso me atrevo a escribirles, para la verdad salga a luz. • Con el transcurso del tiempo se activan jubilaciones y pensiones por diputados y senadores que terminan su mandato y reúnen los requisitos para recibir los beneficios jubilatorios. Simultáneamente, surge la pregunta de si los aportes y retenciones que pagan los actuales legisladores, alcanzan para pagar tales privile- giados beneficios. Porque en el caso contrario, que yo sepa, no hay otro recurso que no sean los aportes de otros trabajadores en actividad que cobran remuneraciones mucho menores. Además, buscando cifras, que las hay en abundancia, pero también en confusión y no siempre de fuentes confiables, surge la alocada idea de retenerles cargas sociales solamente sobre la dieta, no incluyendo en los recibos pertinentes los importes para pasajes que, en altísimo porcentaje, según informaciones de “pasillos”, son canjeados por efectivo. Claramente es una evasión lisa y llana, “de manual” como dicen ahora.
Esto no deja de producir sorpresa por tratarse de personas con buen nivel de conocimientos, digo en función del cargo que ocupan. Cierto es que no todos realizan el canje en igual proporción, pero por mínima que sea constituye una evasión con doble efecto: disminuye el pago de Ganancias y la recaudación de los fondos previsionales disponibles para seguir pagando los privilegios de sus antecesores. Preocupante.