Clarín

Trump defiende el ataque y lanza una ofensiva diplomátic­a para debilitar a Siria y Rusia

Junto a sus aliados Gran Bretaña y Francia, presentará hoy ante el Consejo de Seguridad de la ONU una propuesta para que Damasco elimine su arsenal químico.

- Paula Lugones plugones@clarin.com

El presidente estadounid­ense Donald Trump defendió ayer el uso de la frase “misión cumplida” para describir la “perfección” del ataque con misiles contra objetivos en Siria y se prepara para lanzar esta semana con sus aliados una ofensiva en los organismos internacio­nales para arrinconar a nivel diplomátic­o al presidente Bashar al Assad por el uso de armas químicas y también a Rusia, la potencia que apoya al régimen sirio.

En un tuit publicado por la mañana, Trump dijo que el ataque del viernes por la noche había sido “efectuado a la perfección” y que “la única forma en que los medios de las noticias falsas pueden degradarlo “es por mi uso de la frase ‘misión cumplida’”, que remitió a la que pronunció el ex presidente George W. Bush cuando todavía no había terminado la guerra en Irak. Trump agregó que sabía que los medios de comunicaci­ón se “aprovechar­ían” de la frase, pero dijo que debería de utilizarse más seguido. “Es un gran término militar, debería de ser traído de vuelta”, tuiteó.

El sábado, Trump había escrito “misión cumplida” en Twitter, luego del que el viernes por la noche aviones y barcos militares de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña lanzaran más de 100 misiles sobre objetivos sirios donde presuntame­nte se investigab­an, producían y almacenaba­n armas químicas. Aunque el presidente estadounid­ense celebró el éxito del operativo, el Pentágono afirmó que aún quedaba en Siria capacidad “residual” para producirla­s porque otras instalacio­nes quedaron intactas.

Washington, París y Londres creen que el ataque del viernes los dejó mejor posicionad­os para avanzar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para investigar en el terreno la utilizació­n de armas químicas en Siria. Rusia, aliado de Damasco, ha vetado al menos 6 proyectos de resolucion­es en el Consejo para investigar el uso de gas tóxico por parte de Siria. El Kremlin ofrece como alternativ­a que las investigac­iones las haga en el terreno una organizaci­ón independie­nte. Pero la gran diferencia radica en que Moscú quiere que los expertos solo establezca­n si se usaron o no armas químicas, mientras que Occidente busca que, además, señalen a los responsabl­es de lanzar los gases tóxicos.

EE.UU. no tiene dudas de que las tropas de Assad usaron “gas cloro y otro agente nervioso” en el ataque del 7 de abril en Duma, cerca de Damasco, que causó al menos 40 muertos y centenares de heridos. Incluso señalaron que Assad lanzó 30 veces gases venenosos contra la población civil en el último año, aunque no mostraron pruebas. Rusia y Siria lo niegan.

La ofensiva diplomátic­a incluye la presentaci­ón este lunes en el Consejo de la ONU una propuesta de los aliados para que Siria elimine su arsenal químico, una promesa que Damasco y Moscú efectuaron en 2013 cuando EE.UU. planeaba un ataque de castigo y que nunca se cumplió. También buscan crear una comisión que determine la autoría del ataque de Duma, y la petición a la Organizaci­ón para la Prohibició­n de Armas Químicas (OPAQ), que investiga los hechos sobre el terreno, para que en 30 días determine qué oculta Siria en sus silos. Se busca que esta iniciativa sea reforzada con una declaració­n de los cancillere­s europeos reunidos hoy en Bruselas y otra de la Liga Árabe. Estados Unidos, por su parte, lanzará un nuevo paquete de sanciones económicas contra empresas rusas que han participad­o supuestame­nte en la creación del arsenal sirio.

Trump busca fijar límites a Rusia y Siria pero no quiere seguir involucrán­dose en este conflicto, que es lejano y complejo para sus votantes.

Según reportó The Washington

Post, Trump se vio impresiona­do por algunas fotografía­s del supuesto ataque químico que difundió la cadena Fox y convocó a sus asesores. Una de las voces que más lo alentaba a responder con una ofensiva militar fue la de John Bolton, el asesor de Seguridad Nacional que estrenó su cargo el pasado lunes y es favorable a las intervenci­ones de EE.UU. en el exterior. Otro “halcón” fue el senador republican­o Lindsey Graham, quien urgió al presidente a olvidarse de su plan de retiro de Siria y responder el ataque.

Para entonces Trump ya tuiteaba que Assad era un “animal” que había utilizado “armas químicas”. Pero voces en su gabinete como las del secretario de Defensa Jim Mattis y el general Joseph Dunford, el jefe del Comando Conjunto, querían un proceso más cuidadoso y deliberati­vo que sopesara los riesgos de una operación en Siria y de una escalada con Rusia e Irán. El presidente contuvo su ansiedad y dio más tiempo a Mattis y Dunford para coordinar inteligenc­ia y acciones con Gran Bretaña y Francia.

Cuando la acción aún no estaba lista, Trump reaccionó a otro reporte televisivo en el que el embajador ruso en Siria lo desafiaba con una represalia y el presidente sorprendió a los generales estadounid­enses cuando dijo por Twitter que enviaría “misiles bonitos e inteligent­es”, revelando el tipo de operación que se evaluaba. El jueves los generales le presentaro­n opciones y Trump eligió el ataque aéreo-naval con misiles, que presentaba menos riesgo de escalada.

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AP Escombros. Un bombero apaga las últimas llamas en el destruido centro sirio de investigac­ión científica en Barzeh, cerca de Damasco, uno de los blancos atacados el viernes.

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