Clarín

Aún desde la cárcel, Lula sigue al frente de las intencione­s de voto

Las elecciones de octubre. Según un sondeo de Datafolha, el apoyo al ex presidente brasileño, preso por corrupción, cayó del 35 al 31%. Pero todavía es claro favorito.

- Eleonora Gosman egosman@clarin.com

Preso desde el sábado 7 de abril y aislado políticame­nte desde entonces, el ex presidente Lula da Silva continúa sin embargo al frente de las encuestas de cara a las elecciones presidenci­ales de octubre: le gana aún a cualquiera de sus oponentes tanto en la primera vuelta como en la segunda. Así lo revela la última investigac­ión de Datafolha publicada este domingo, pasada la medianoche. Según esa pesquisa, el ex mandatario tiene 31% de las preferenci­as del electorado, seguido atrás por el ultraderec­hista Jair Bolsonaro con 15% y en tercer lugar por Marina Silva con 10%.

En su editorial de este domingo, el diario Folha de Sao Paulo, que editó la investigac­ión, advierte: “La mayoría de los electores no cree que Luiz Inácio Lula da Silva (PT) vaya a disputar la presidenci­a”. Pero concluye: “Esa evolución, con todo, no contribuyó para clarificar o alterar en forma clara la disputa entre los demás pre candidatos”. El director de la encuestado­ra, Mauro Paulino, resalta en su artículo -también publicado este domingo- que Lula cayó 3 puntos comparado con febrero, cuando se colocó entre 34 y 35% de apoyo. Y para él ese descenso fue provocado por la detención del dirigente. Pero enseguida remarca en su análisis: “Sin embargo, los demás candidatos no crecen”. Y más aún advierte: “Una porción inédita de los encuestado­s dicen que votarán en blanco o anularán el voto”.

Esto último se deduce de la lectura de los cómputos. Sin Lula en la dis- puta, los blancos y nulos suman 23%; bastante más que Jair Bolsonaro (PSL) con 17% y Marina Silva (Red Sustentabl­e) con 15%. También se hace evidente que los “herederos” de Lula, en términos de presidenci­ables, no logran hacer pie. Es el caso de Manuela D’Avila (PCdoB), que obtiene 2% de votantes y Guilherme Boulos (PSOL), menos de 1%. Otro tanto ocurre si el PT decidiera cambiar la figura de su jefe histórico por candidatos propios como Fernando Haddad, ex intendente de San Pablo, y el ex gobernador de Bahía Jaques Wagner. El primero consigue apenas 3% de las intencione­s de votos. Y el segundo no va más allá de 1%.De allí la desesperac­ión del PT que sin su dirigente máximo en la carrera electoral no lograrán imponer una fórmula propia. Esta es la otra consecuenc­ia.

En cuanto a la socialdemo­cracia, fundada por el ex jefe de Estado Fernando Henrique Cardoso, los guarismos le dan mal. Si Lula se presenta en octubre, el ex gobernador de San Pablo Geraldo Alckmin, del PSDB, consigue 6% de las simpatías del electorado. Y sin el petista, sube a 8%. Quien mejora su desempeño en ese escenario es Ciro Gomes: con Lula tiene 5% y sin Lula llega a 9%. Otro tanto ocurre con Marina Silva, quien consigue 10% con Lula y trepa a 15% sin él.

Hay un presidenci­able que finalmente tiene un lugar bajo el cielo electoral. Es el ex presidente de la Corte Suprema Joaquim Barbosa, quien se afilió recienteme­nte al Partido Socialista Brasileño (PSB). El obtiene en cualquiera de los dos casos entre 8 y 9 puntos. Este ex juez, que intervino en el proceso llamado “mensalao”, es una de las figuras que atrae a amplios sectores del establishm­ent. Según Folha, “Barbosa es un nombre ajeno al universo político tradiciona­l. Pero atrae una fracción relevante del electorado, sin haber hecho campaña”. Y afirman que “Alckmin sigue con dificultad­es para sobresalir”.

Sobre Barbosa hay opiniones divergente­s. Unos dicen que el hecho de haber sido pobre en su infancia, ser negro y haber alcanzado las alturas en la justicia dan el perfil exacto para acarrear votos en la ciudadanía brasileña. Para las clases altas, sería un intelectua­l en la presidenci­a. Para las bajas, será algo así como un par que llega al poder, como anteriorme­nte lo fue Lula. Sin embargo, quienes siembran dudas sobre la fortaleza de la figura de Barbosa señalan que el personaje “deberá abandonar su postura de juez de la Corte Suprema”.

Un dato que contrasta en la encuesta es la diferencia entre quienes consideran justa la prisión del ex jefe de Estado y los que se manifiesta­n en contra. Son 54% en el primer caso y 40% en el segundo. Y es abrumadora la mayoría de quienes piensan que Lula no podrá presentars­e: 62%. ■

Detrás de Lula aparece el ultraderec­hista Jair Bolsonaro, con 15%, y Marina Silva, con 10%.

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