Clarín

“Estoy en la calle y sé lo que le pasa a la gente”

Con “Pampita online”, la modelo y conductora acepta el reto de pasar a la televisión abierta con programa propio. Habla de su familia, el feminismo y el aborto.

- Sandra Commisso scommisso@clarin.com

Detrás de la sonrisa indestruct­ible, hay una mujer que sabe aprovechar cada oportunida­d. Paso a paso, Carolina Ardohain fue sumando capas: modelo, notera, panelista, actriz, jurado, conductora; del cable a la tele abierta. Cuando hoy debute con su programa Pampita online, a las 19 por Telefe, será un escalón más alto que ayer y, seguro, uno más bajo que mañana. En ese derrotero que se fue armando desde muy chica, también tuvo que atravesar tragedias y exposición al límite. Y siempre salió de nuevo al ruedo con la misma sonrisa impecable.

-Pasar del cable a la tele abierta, ¿te impone alguna presión?

-Un poco, sí. Antes tenía más tiempo para desarrolla­r una entrevista, ahora tengo la mitad. Los temas son más actuales y eso te obliga a estar muy al

tanto de todo. Pero la esencia es la misma, y los temas se van a tratar con respeto y calidez, con buena onda. No somos un formato ácido ni incisivo. Así es como me gusta tratar los temas a mí. Pero también están los panelistas, para que cada uno aporte desde su personalid­ad y estilo, otra cosa, otra mirada, que estén todas las opiniones en la mesa.

--¿Vas a elegir vos también a los invitados? ¿Hay nombres que no querés en tu programa?

-Los va a elegir la producción, a mí me avisan un día antes y los preparo. Trato de conocer al que viene y buscar la manera de preguntarl­e algo distinto, alguna vuelta.

-Cuando te toque algún invitado con quien no tengas demasiada empatía o que lo pongan a propósito para genera algo picante, ¿cómo pensás enfrentarl­o?

-Yo me llevo bien con todo el mundo. El espíritu del programa es divertirse y pasarla bien, para todo público, en un ambiente de cordialida­d y de buena onda. No creo que vayan por ese lado. No nos queremos hacer los

divertidos, queremos divertirno­s de verdad. Reirnos de los errores, contar anécdotas. Para todos los que estamos ahí es una gran oportunida­d, que nos conozcan desde otro lugar. -¿Cómo te sentís en el rol de entrevista­dora?

-Siento que la entrevista es lo que más natural me sale. A medida que pasan los años, te van pasando cosas y tenés otro conocimien­to como para desarrolla­r más eso. Y te podés identifica­r más con las vivencias del que estás entrevista­ndo. Una entrevista mía ahora, con todo lo que me ha pasado, me permite conectarme desde otro lugar con el que tengo enfrente. Sé que hay gente que sufre en los programas, que no quiere ir porque tiene miedo de que le pregunten algo que les haga mal y yo quiero que eso no pase y que tengan ganas de venir al programa y se sientan cómodos para contar cosas. -Estar de ambos lados te da alguna ventaja, en ese sentido.

-Sí, me ayuda mucho. Nunca tendría una mala intención. A mí me encanta saber del otro, cuando son genero- sos y se sientan y se abren para contar un momento especial. Pero también hay personas que sólo quieren llegar hasta ahí, y es entendible. Enseguida me doy cuenta si el otro está cómodo o no. -¿Ya te acostumbra­ste a la enorme exposición mediática que tenés vos y tu familia? ¿Te cuesta manejarlo? -Ya me acostumbré, además comparto un montón con mis seguidores. Entre Twitter e Instagram tengo como tres millones y medio de seguidores, y son muy agradecido­s si les mostrás algo un poco más íntimo. Creo que uno elige cuándo mostrar y cuándo no. En mi caso, termino de trabajar y mi vida es absolutame­nte normal: voy al colegio, al supermerca­do, a la verdulería. Mis preocupaci­ones son las de cualquiera, estoy pendiente de si los chicos hacen la tarea, las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Estoy en la calle y sé lo que le pasa a la gente. Y trato de informarme y estar actualizad­a de todo. Hay que tener los pies en la tierra. En la vida te pasan cosas y no las podés tapar. Cuando sucede algo malo, ya sabés

que van a estar los que se preocupan y los que opinan sin saber. Son las reglas del juego. -¿Te hiciste como una capa de amianto con eso?

-No, al contrario, prefiero salir y enfrentarl­o y dar la cara y decir esto me

duele o esto me hace mal. En vez de vivirlo encerrada, me parece más sano naturaliza­rlo. Le puede pasar a cualquiera. Eso lo fui aprendiend­o con los años. Pero igual, me corre sangre en las venas y cada tanto me enojo como cualquiera. -Este año cumpliste 40, ¿te sentís más madura?

-Bastante, pero me ocupo de mí, tengo una vida saludable, siempre estoy bailando, hago ejercicio y también me ocupo más de mí. Por ejemplo compartien­do más tiempo con mis amigas, viajando con ellas. Y eso hace que te mantengas bien, prestarte atención a vos misma. Uno no elige lo que te va pasando, te van pasando las cosas. Nunca digo: “ya está”. Lo que sí es que aprendés a ir dándole a cada cosa su lugar, distinguir lo que es importante de lo que no. Siempre

siento que hay mucho más por hacer y soñar. Este último tiempo pude dedicarme más a lo profesiona­l, antes no pude porque tuve cuatro hijos en diez años y viajé mucho. Ahora me establecí y eso me permitió concentrar­me más en mi carrera. Fue un trabajo de hormiguita, empecé con

ShowMatch, después en el cable. Fue muy de a poco. -¿Lo planificas­te?

-No, pero sí sabía que lo tenía que aprovechar. Se trataba de dar un primer paso propio y tirarse a la pileta. -¿Qué cosas te dan miedo?

-Los aviones, pero igual siempre me subo. Me angustio antes, saludo a todo el mundo, después se me pasa. Creo en el destino. Creo que está todo escrito, uno lo va ayudando un poco, pero por más que te quieras rebelar, hay que entregarse a lo que venga. Es esperar y tener esperanza, saber que después de lo malo, vienen los momentos lindos. -Antes dijiste que te interesaba la actualidad, ¿qué opinás del debate por la ley de despenaliz­ación del aborto?

-Tengo formación religiosa y es la que le inculco a mis hijos. Creo que hay vida desde el minuto uno de la concepción, es un milagro que hay que cuidar. Pero estoy a favor de la ley porque lo que defiende no es el aborto sino que no se mueran mujeres haciéndose abortos clandestin­os. Es algo que ya existe y no se puede ignorar. Mi consejo siempre sería defender la vida, pero ojalá que salga la ley acompañada de educación. -Con tres hijos varones ¿cómo te planteas la crianza?

-Trato de inculcar la semilla de la igualdad. Que no se sientan ni superiores ni inferiores. A las mujeres nos cuesta mucho que se nos tome en igualdad de condicione­s y derechos porque estamos atravesada­s por la maternidad y eso te demanda mucho tiempo. El feminismo pide que seamos iguales y todo lo que sirva para ayudar a pensar, sirve. Por suerte, nunca viví una situación desagradab­le pero conozco muchos casos. Y siguen pasando cosas. Queda un camino largo para cambiar eso, pero hay que moverse para lograrlo.

Cuando sucede algo malo sabés que están los que se preocupan y los que opinan sin saber. Son las reglas del juego”.

Una entrevista mía ahora, con todo lo que me ha pasado, me permite conectarme desde otro lugar con el que tengo enfrente”.

El feminismo pide que seamos iguales y todo lo que ayude a pensar, sirve. A mis hijos les inculco la semilla de la igualdad”.

 ??  ?? La vida empieza a los 40. Se siente a las puertas de una nueva etapa en su carrera. “Hice las cosas de a poco. Empecé en ShowMatch, después el cable y ahora este salto”.
La vida empieza a los 40. Se siente a las puertas de una nueva etapa en su carrera. “Hice las cosas de a poco. Empecé en ShowMatch, después el cable y ahora este salto”.
 ?? GERMAN GARCIA ADRASTI ??
GERMAN GARCIA ADRASTI

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina