El ministro le transfirió a la jueza la definición de fondo
Táctica política. Aguad no opinó si el buque estaba o no en condiciones de navegar antes de partir para su misión.
Emocionado ante el dolor a flor de piel de los familiares, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, dejó ayer la decisión sobre la discusión de fondo sobre el naufragio del submarino San Juan en manos de la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez.
Ante la pregunta más importante de todas, Aguad dijo que altos oficiales de la Armada encargados del alistamiento afirmaron que el submarino “estaba en condiciones de navegar, pero se puede demostrar lo contrario”. “No voy a interferir sobre la Justicia”, repitió como si se tratara de una cuestión de presiones del Gobierno sobre la Justicia y no de una discusión técnica. En otras palabras, la tragedia de los 44 héroes quedó, a partir de ahora, judicializada y la palabra final la tendrá una jueza penal en una causa que está caratulada “averiguación de delito”.
Así Aguad se refirió al polémico sumario del echado jefe de la Armada, almirante Marcelo Srur quien sostuvo que el buque presentaba "graves anomalías" y no debió ser autorizado a zarpar. Y acusó por esa decisión al jefe de la base naval de Puerto Belgrano, vicealmirante Luis López Mazzeo y al jefe de la fuerza de submarinos, capitán Claudio Villamide.
El ministro tomó esa posición pese a que el auditor general de las fuerzas armadas, coronel abogado Jorge Stanchina, le propuso la semana pasada anular el sumario de Srur por “parcial”, tal como Clarín adelantó el sábado y omitir otros informes que sostienen el San Juan estaban en condiciones de navegar. Stanchina marcó el camino para que Aguad eventualmente anule ese sumario.
Srur no tuvo en cuenta varios documentos. Por ejemplo, el 2 de septiembre del 2015 el San Juan -luego de que se le hizo la llamada reparación de media vida en el astillero Tandanor durante la gestión del entonces ministro de Defensa y actual diputado del Frente para la Victoria, Agustín Rossi- fue entregado a la fuerza de submarinos con base en Mar del Plata. Se hizo a través de un documento secreto llamado “acta de cambio de dependencia orgánica” del San Juan. El informe, al que accedió este diario, califica cien partes del submarino y sostiene que el “índice de calificación del material (ICEM)” en promedio era de “3,91 sobre un máximo de 5” y se estampó la definición “buque habilitado”. En el momento de la entrega del buque, Srur era el jefe de la base de Puerto Belgrano y debía conocer este informe.
En las evaluaciones por partes, los sistemas de navegación fueron calificados con 3,43 (siempre sobre 5); de comunicaciones, 3,36; de fuerza y propulsión (incluye las baterías), 3,86; de control del buque 1,85; y de caso, 3,25, entre otros. Dice que se realizó la prueba de capacidad de las baterías y dio "100%o para las de la proa y 98 para las de la popa". Hay otro documento confidencial del 5 de septiembre del 2017 en el cual el comandante del San Juan, capitán Pedro Fernández, tras las reparaciones, había evaluado al San Juan con “una puntuación de 4,25 sobre 5”, es decir que había mejorado respecto de la de dos años atrás. Ante la posición de ayer del ministro, los oficiales afectados por el sumario de Srur están evaluando en pedir que se les levante el secreto militar para poder declarar espontáneamente todo lo que saben ante la jueza. En otras palabras, López Mazzeo y Villamide estimarían que, tras la presentación de ayer de Aguad en el Congreso, ya está agotada la vía administrativa dentro de Defensa y solo les queda defenderse ante la Justicia. ■