La amenaza que llega tarde
El presidente del Central adelantó el fin de la película antes de comenzar la presentación del Informe de Política Monetaria: "Para cumplir con la meta del año la inflación tiene que bajar en forma importante a partir de mayo". ¿ Y si no baja?, entonces subirá la tasa de interés para reforzar el torniquete monetario. Un Federico Sturzenegger sincero ("La tentación hubiese sido no estar hoy acá", dijo a los periodistas) reconoció el mal dato de marzo (2,3%) y la preocupación por la suba de la llamada "inflación núcleo" que es la que no contempla aumentos de tarifas ni estacionales.
Cuando le pidieron que explique por qué cree que bajará la inflación y si el Gobierno cumplirá con la meta del 15%, se permitió la "flexibilidad" de decir que es de 12 a 17% y definió cuatro puntos:
1) Las tarifas de luz, gas y transporte no subirán con tanta intensidad después de abril.
2) Las paritarias de varios gremios se cierran en torno a 15%.
3) El dólar "no debería moverse tanto en los próximos meses".
4) Habrá un seguimiento más cercano de la política monetaria.
Después, el vicepresidente Demian Reidel adelantó que la tasa de "referencia" dejará de ser las de Lebac de 35 días (26,25% anual) y será una de pases de 7 días.
Los tres primeros puntos no escapan a lo que venía adelantando el Gobierno. La inflación comenzó a ganar espacio en la preocupación de la gente por el peso en los bolsillos de las nuevas tarifas. También afectó a los índices el impulso que agregó la devaluación del peso que se inició con la suba del dólar a partir del diciembre cuando se anunció la ampliación de 10% a 15% de la meta inflacionaria para el año.
Ni la suba de las tarifas de los servicios ni la suba del dólar fueron ajenas a decisiones del propio Gobierno que ahora promete una baja sensible, presumiblemente, ante el riesgo de que un aumento de las expectativas de inflación se cuele en las negociaciones paritarias que faltan cerrar. La confirmación de Sturzenegger de que no espera movimientos bruscos para el dólar (en el Gobierno se dice que la devaluación "ya fue") y que esa será una de las patas de la lucha contra los aumentos, representa la consolidación de la estrategia de que el Central venderá todas las divisas necesarias para estabilizar al mercado.
Finalmente, la amenaza de Sturzenegger acerca de que subirá la tasa si la inflación no baja, apostando a contener expectativas, llega después de que la inflación desbordó la meta y que la política oficial estuvo lejos de ser inocente. ■