El desafío de Guillermo es reconfigurar a un equipo que se desarma por todos lados
El técnico, con la certeza del desgarro de Wilmar Barrios y sin media formación titular, analiza diversas alternativas para recibir a Newell’s. La buena noticia: el regreso de Carlos Tevez.
La resonancia magnética al puntero eterno del fútbol argentino (41 fechas en la cima sin que nadie lo supere) arroja lesiones severas por todos lados. El estudio de rayos muestra lastimaduras justo en el momento de la definición. La lesión de Wilmar Ba- rrios, pieza sensible y sin reemplazo puro, desgarró algo más que el sóleo derecho del colombiano. Pero no se trata solo de eso. Boca se desarma por todos lados justo en el final de la Superliga y cuando la resolución de la fase de grupos de la Libertadores se acerca. Diagnóstico reservado.
Los análisis generales muestran 6 triunfos, 4 empates y 4 derrotas en los 14 partidos del 2018. En el detalle hay un gran problema en una idea de juego que se fue diluyendo a medida que el equipo sólo se nutrió de lo que puede hacer Cristian Pavón en el ataque. Lo único que todavía goza de salud en el equipo es que no se resigna: los goles agónicos en el semestre cuentan que al menos hay oxígeno en tanque de reservas.
Boca no está bien. En el arco, Rossi mantuvo su arco invicto en 5 de los 15 partidos de 2018, aunque las últimas semanas lo condenaron a lo peor que puede pasarle a un arquero: salvo en el vestuario, pocos confían en que puede salvar al equipo. Para colmo convive con el bombardeo mediático por instalar a Franco Armani en la Selección por sus buenas actuaciones en la otra vereda. La comparación expone al ex Estudiantes, potenciado por las voces que en lo bajo susurra el presidente en la búsqueda de otro arquero. De Marchesín a la utopía de Buffon. El arco, débil.
La última línea tuvo el desgarro de Goltz, a quien perderán al menos por dos semanas. Sin él, Vergini será titular en lo que queda y sus últimas participaciones no lo dejan como un antídoto para fortalecer una línea de cuatro que tiene en Magallán a su hombre más firme. En el lateral izquierdo se intercambian dudas entre Fabra y Mas. La defensa, mal pisada en cada contraataque, tambalea cuando la mueven de un lado a otro.
El mediocampo no tendrá a Pablo Pérez ni a Barrios. La del colombiano es una ausencia casi imposible de suplir (llevaba 35 juegos de titular). El uruguayo Nandez, en declive con su rendimiento tras la gira con Uruguay por China, es una fija. Puede jugar de cinco, como en sus inicios en Peñarol, o bien correrse a un costado. En el cuerpo técnico lo ven desordenado para ser punto de equilibrio.
La opción de Sebastián Pérez no convence: el colombiano jugó poco y
nada desde que volvió de su lesión de ligamentos, prefirió no ponerse en ritmo en la Reserva y su estadía en Boca será hasta junio. Si aparece una oferta para recuperar la inversión, será vendido. ¿Entonces? Guillermo piensa a Jara como alternativa en ese sector (ya jugó allí durante la Libertadores de 2016 cuando azotaron las lesiones de Cubas, Erbes y Gago) y sumar a Buffarini en el lateral derecho. Otra opción es que continúe el juvenil Almendra como interior, con Nandez
No convence Sebastián Pérez de volante central. Tampoco cierra Nandez. ¿Ahí al final jugará Jara?.
de 5 y Reynoso del otro lado.
Esta semana además ya se había programado un ejercicio de exigencia para saber si Gago está en condiciones de volver a jugar. En principio, con el alta médica, la intención era incluirlo en un ensayo de fútbol informal. ¿Hay chances reales de que esté el domingo? El cuerpo técnico cree que son pocas: la falta de roce en el juego hacen de su retorno un gran signo de interrogación. En el futbolista, además de un deseo de regreso, existe un pensamiento: si hay un momento para arriesgarlo todo es este.
Arriba, con Pavón cada vez más exhausto (acumula 64 partidos consecutivos sin descanso) y tomando malas decisiones, dependerá de lo que
pueda ofrecer Tevez si retorna al once titular pese a su sinovitis en la rodilla. ¿Y el nueve? Ábila hoy está un
pasito arriba de Bou.
La parte anímica también influye. Jugadores agotados y que debieron poner la cara luego de una trompada de lleno que le pegó River en la Superfinal perdida; la cabeza fraccionada en lo que puede ser el Mundial para algunos, la seguidilla cansadora sumada a la gira que se hizo en la fecha FIFA y la presión de estar en el ojo de la tormenta por ser el único equipo al que se le exige tanto, conspiran contra el bienestar de un equipo que
no encuentra soluciones. Si se llega a buen puerto, con el título que se planteó como gran objetivo del semestre y la clasificación a octavos de la Copa, será tiempo de repensar el armado del plantel de parte del cuerpo técnico y la CD. La irrupción de apellidos para incorporar no son casualidad: el presidente no puede especular con una billetera que por lo bajo se enorgullece en contar que cuenta con 22 millones de dólares en el banco. Es que mientras los plazos fijos funcionan, el club incorpora a préstamo.
La recta final tiene a Newell´s y Unión en casa. Las visitas a Gimnasia y a Huracán. ¿Le alcanza a este Boca para ser campeón? En el medio debe recibir al peligroso Palmeiras para intentar sellar su paso a 8vos de la Copa. Si no lo logra tendrá que viajar con
presión extra a la calurosa Barranquilla para enfrentar a Junior. La resonancia mostró a Boca demasiado lastimado. ¿Quién tiene la cura?