Detienen a jóvenes de 17 y 18 años por el crimen del colectivero
Un pasajero los habría identificado. La causa pasó a la Justicia de Menores. Buscan más testigos.
Los halló la Policía en el barrio donde ocurrió el asesinato.
Dos jóvenes que habían sido arrestados en la madrugada del martes, sospechados de estar involucrados en la muerte de Leandro Alcaraz, el chofer de la línea 620 asesinado la tarde del domingo en Virrey del Pino, quedaron detenidos preventivamente, acusados de homicidio.
Tienen 17 y 18 años. Al menor se lo conoce como “Rodolfito” y el mayor es Jonathan Maximiliano Acevedo, alias “El Viejo”. Ambos viven en Virrey del Pino, en el barrio San Pedro, donde fue el crimen. Según fuentes policiales, no tienen antecedentes y negaron su participación en el hecho. De todas formas, los fiscales pediría la detención del mayor de edad y el traslado del otro sospechoso a un centro de menores.
Los vecinos de la zona y los choferes de la línea 620 ya los habían señalado como involucrados, pero hasta la madrugada de este martes, momento en el que fueron aprehendidos por efectivos de la DDI La Matanza en Martín García al 8.000, la fiscalía no contaba con elementos contundentes para su detención.
Eso cambió gracias al testimonio de una persona que detalló cómo se sucedieron los hechos. “Fue clave para que se los detenga el aporte de una tercera persona que contó cómo fue la secuencia de los hechos”, dijo uno de los investigadores.
Según ese testimonio, “Rodolfito” venía del hospital de San Justo, donde está su novia, embarazada. Subió al colectivo y, como no tenía la SUBE, discutió con Alcaraz. “Cuando lleguemos al barrio vas a ver”, le habría dicho. Como una pasajera le prestó la tarjeta, pudo continuar el viaje. Durante el trayecto, se habría comunicado con el otro sospechoso, para que lo fuera a buscar. “Esperame en la pa- rada que le voy a dar fierro”, le habría dicho. Al llegar, uno de los dos (aparentemente, el mayor de edad) disparó contra el colectivero. En su huida, asaltaron a una mujer en una plaza.
En la investigación intervinieron, en principio, la UFI Temática de Homicidios de La Matanza, a cargo de José Maroto, y la UFI de Menores a cargo de Emilio Spatafora. No obstante, al estar involucrado un menor y para poder unificar la causa, esta quedó a cargo de Spatafora, quién ayer por la tarde les tomó indagatoria.
Durante las detenciones se secuestró ropa, zapatillas, teléfonos celulares y un equipo de radio. Pero hasta el momento no se pudo dar con el arma homicida, un revólver calibre 38.
Los investigadores siguen rastreando testigos directos del hecho, ocurrido en la tarde del domingo cuando Leandro Alcaraz recibió dos disparos a quemarropa mientras conducía el interno 103 de la línea 620.
Según la fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa, ya se pudieron recabar todos los datos de la máquina del sistema SUBE del colectivo. La in- tención es avalar o descartar la versión de que una de las pasajeras del transporte prestó su tarjeta a uno de los delincuentes para que viajara.
"Se tomaron declaraciones hasta la madrugada a pasajeros que iban en el colectivo, pero esta gente no pudo ver el momento puntual del disparo, sí la discusión que se suscitó a raíz de la tarjeta", contó la fiscal.
Asimismo, la fiscal expresó que "hay un testigo que da las características de las personas que están aprehendidas, un testigo al que se le tomó declaración durante la noche. Pero tenemos que seguir a ver si sacamos más información". En la Justicia insisten con la necesidad de sumar más testimonios, especialmente de otros pasajeros.
En la madrugada también declararon las madres de los acusados, ya que ambos viven con sus familias.
Durante el lunes, la Policía había aprehendido a al menos tres personas que fueron denunciadas por vecinos, pero luego corroboraron que no tenían nada que ver con el asesinato y los liberaron. ■