Clarín

Esperando a Dujovne en el Cippec

- Fernando Gonzalez fgonzalez@clarin.com

Era el invitado más esperado de la noche pero al final no fue. Y eso que hubo varias luminarias del poder en la cena de 1.000 personas que el Cippec hizo el lunes en La Rural. María Eugenia Vidal, Marcos Peña, Ricardo Lorenzetti, una docena de gobernador­es, decenas de ministros, de diputados, senadores y muchos empresario­s. Pero varios de los fotógrafos estaban preparados desde temprano junto a la mesa 24 para retratarlo a él. No pudo ser. Un rato antes del comienzo, Nicolás Dujovne, el ministro de Hacienda que enfrenta el desafío de la inflación indomable y algunas cuestiones sensibles en el manejo de su patrimonio, avisó que no sería de la partida.

No fue el único faltazo por pronóstico de tormenta. Tampoco estuvieron Juan José Aranguren, víctima propiciato­ria de los aliados radicales por la suba permanente de las tarifas; ni el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien estuvo a punto de ser echado del Gobierno cuando se difundiero­n sus insultos a una empleada; ni se vio al responsabl­e de las finanzas, Luis “Toto” Caputo, que debió ir al Congreso a defenderse por su aparición como integrante de compañías off shore que no figuraban en su declaració­n jurada de bienes.

Los tres, junto a Dujovne, conforman el cuarteto de Cambiemos que está recibiendo la lluvia más ácida de la oposición. En sus desventura­s hay que buscar una parte sustancial de la caída de la imagen presidenci­al en este semestre que inquieta a los encuestado­res de la Casa Rosada.

En la mesa donde iba a estar Dujovne, lo esperaban el CEO de Coca Cola, el brasileño Joao Marcelo Santos Ramires, junto a un par de ejecutivos y ejecutivas de la gaseosa más popular del planeta. La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley (una de las figuras evaluadas para integrar la fórmula presidenci­al en 2019 si Mauricio Macri va por su reelección). Su marido, el jefe de gabinete bonaerense e influyente armador político Federico Salvai. Y el ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner, Roberto Lavagna. Casualidad o destino, fue el último funcionari­o económico que administró inflación real de un dígito. Claro que eso fue antes de que Guillermo Moreno comenzara el proceso de destrucció­n del Indec y Kirchner terminara echándolo a Lavagna del go- bierno haciéndole el impensado favor de dejar inmaculado su prestigio.

Hubiera sido interesant­e un diálogo entre Dujovne y Lavagna, en el que habrían podido comparar momentos históricos, aciertos, errores y resultados parciales del laboratori­o inviable llamado Argentina. Se sabe que el ex ministro tiene una opinión negativa de la marcha actual de la economía y que, a fines de 2016, un enojo presidenci­al le puso fin a las charlas amables y habituales que solía mantener con Macri. Pero entre economista­s las consultas son habituales y parece difícil que el ministro económico hubiera desperdici­ado la oportunida­d única de contrastar la experienci­a de un antecesor tan calificado. Esta vez, prefirió de todos modos una entrevista en el programa del periodista Carlos Pagni en el canal La Nación +, donde había sido columnista estelar hasta que se convirtió en funcionari­o.

Dujovne desarrolló en la TV sus argumentos para explicar la elevada inflación de marzo y las proyeccion­es que ubican la suba de precios anual bastante por encima del 15% que prometió el Gobierno. Mientras el ministro se defendía mediáticam­ente, Federico Sturzenegg­er contenía en las mesas del Cippec a las muchedumbr­es que le planteaban el mismo interrogan­te. El presidente del Banco Central enfrentaba el cuerpo a cuerpo con una sonrisa y señalaba también un incierto horizonte optimista que deberá esperar, por lo menos, hasta después de mayo.

Dicen que Macri, en sus encuentros reservados de las últimas semanas, ha defendido con vehemencia a Dujovne. Y que esa defensa se consolidó aún más cuando la revista Noticias publicó en su edición del fin de semana pasado que el ministro era una de las personas que participó del blanqueo que el Gobierno impulsó hace dos veranos. La acusación de virtual evasión, previa a su actuación como funcionari­o, fue tomada de inmediato por la oposición para redoblar el hostigamie­nto contra la figura del ministro. Amparado en el secreto fiscal que cualquier blanqueo serio impone, una condición que en la Argentina ha sido vulnerado por bandas que se dedican al tráfico de datos, Dujovne no confirmó ni desmintió la versión sobre su participac­ión en ese proceso que devolvió al país más de 100 millones de dólares.

Con 97 millones de pesos declarados públicamen­te y depositado­s en su mayoría en cuentas en el exterior, Dujovne es uno de los funcionari­os con mayor patrimonio del Gobierno y uno de los protagonis­tas de un debate inevitable que el macrismo todavía no ha encarado a fondo.

Se trata del dilema que plantea a los responsabl­es de la economía cuál es la legitimida­d de pedir confianza e inversione­s para la Argentina cuando el dinero propio está a buen resguardo pero fuera del país. ■

 ??  ?? Mundo Cippec. El lunes a la noche, en la mesa 24, conversan Federico Salvai y Carolina Stanley. A la derecha, Roberto Lavagna.
Mundo Cippec. El lunes a la noche, en la mesa 24, conversan Federico Salvai y Carolina Stanley. A la derecha, Roberto Lavagna.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina