Clarín

Ante la siesta del dólar y el volantazo de Sturzenegg­er

- Daniel Fernández Canedo dfcanedo@clarin.com

Con nitidez, el presidente del Banco Central dio por iniciada una nueva etapa en materia de gestión para enfrentar el problema económico que hoy le saca el sueño a la población y al Gobierno: la inflación indomable.

Fueron muchas e importante­s las definicion­es de Federico Sturzenegg­er al dar su Informe de Política Monetaria que dejó como resumen la amenaza de que subirá las tasas de interés en el caso de que la inflación no ceda a partir de mayo.

¿Pero fue eso lo más importante del mensaje oficial? Hay interpreta­ciones encontrada­s sobre qué fue realmente lo más destacado.

¿Fue la advertenci­a de la suba de la tasa o el anuncio de que el Central va intervenir en el mercado cambiario y que no espera movimiento­s fuertes en el dólar?

Esos interrogan­tes se suman a los que creen que, en realidad, lo destacado fue que el Gobierno espera que la mayoría de las paritarias termine con subas de 15% y ajuste de los salarios por inflación. Y que eso pueda actuar como ancla para los precios.

Otros analistas creen que lo realmente destacado fue el reconocimi­ento de que la inflación en la Argentina tiene "multicausa­lidad" y que no responde sólo a causas monetarias sino que, también incluyen, por ejemplo, los aumentos de las tarifas de luz, gas y transporte.

El cambio en ese punto es medular para la óptica de Sturzenegg­er, que ahora reconoce que un salto del dólar impulsa la inflación vía, por ejemplo, los aumentos de combustibl­es o los precios de alimentos que, en su gran mayoría, se exportan.

El cambio del enfoque oficial quedó resumido en uno de los conceptos finales del informe del jefe del Central cuando soltó una idea ya utilizada por muchos funcionari­os a lo largo de la historia económica argentina reciente, pero que cobra relevancia por tratarse de Sturzenegg­er: "Vamos a usar todos los instrument­os que estén a nuestro alcance para lograr la meta de inflación de este año".

En el Gobierno saben que parten con desventaja porque la inflación debería subir 0,9% mensual a partir de mayo para cumplir la meta del 15% y eso es muy difícil después de que el costo de vida haya trepado 6,7% en el primer trimestre. Pero todo indica que lo va a intentar y la receta de corto plazo ya puso las cartas sobre la mesa.

Desde hace días que el dólar está oscilando en torno a $ 20,20 en el circuito mayorista y sin la intervenci­ón oficial. Para Sturzenegg­er ese es un indicador de cambio de expectativ­as ante la certeza que tienen los operadores de que el Central ahora está dispuesto a intervenir con intensidad si fuese necesario.

Pero, además, el mercado empezó a recibir los dólares de la exportació­n de soja -tradiciona­l a esta altura del año- y que se complement­a con la entrada de divisas por colocacion­es de bonos que, por ejemplo, realizó la Provincia de Buenos Aires o la que tiene previsto realizar el Banco Ciudad en Nueva York.

Con ese panorama el dólar parece preparado para una siesta en un mercado local en el que reinarían las opciones en pesos (Lebac, plazo fijo, Letes, etc.) y teniendo como telón de fondo una suba leve pero sostenida de los bonos argentinos en las últimas semanas.

Esa mejora de los títulos en dólares sería la respuesta a la decisión del ministro de Finanzas, Luis Caputo, de limitar la colocación de bonos en el exterior en lo que resta del año. El mercado habría "digerido" la fuerte colocación de títulos por más de US$ 35.000 millones de los dos años anteriores y ahora busca lo que encuentra.

¿Se indexará el precio del dólar después de unos 60 días de calma? Desde la Casa Rosada se insiste en que harán lo necesario para evitar que se vuelva a atrasar aunque ya probaron, y le hicieron probar a la población, que una suba del orden del 20% como la que tuvo la divisa entre diciembre y marzo se traslada muy rápidament­e a los precios de los alimentos.

También habrá que seguir de cerca cómo impactará en los índices el aterrizaje de las tarifas ya que los funcionari­os hablan de bajar del orden del 30% al 15% los rangos de aumentos pero, en ningún caso, de dejar atrás el plan de recomposic­ión.

El concepto de "usar todos los instrument­os para alcanzar la meta inflaciona­ria del año", que pronunció Sturzenegg­er, habla de que el Gobierno abraza la heterodoxi­a en los tiempos de adversidad y está dispuesto a flexibiliz­arse cuando los resultados se le niegan.

El gradualism­o para bajar el déficit fiscal se encuentra ahora como una estrategia de cuatro patas anti-inflaciona­ria (fin de la suba de tarifas, dólar quieto, paritarias de 15% y tasas de interés altas) que ocuparía el espacio de los próximos meses en los que el Gobierno aspira a poder mostrar que no todos son aumentos de precios.

Dentro y fuera de la Casa Rosada hay gran expectativ­a por el resultado del viernes en el arranque de los PPP ( Programas Público Privados). Se licitará la construcci­ón y mejoras de rutas y autopistas en todo el país. El Gobierno espera un desborde en propuestas. Los privados creen que hay una posibilida­d de ganancias y con contratos que contienen súper garantías. ¿Podrán los anuncios de inversión en infraestru­ctura compensar el mal momento inflaciona­rio?. En la visión oficial, todo vale para mantener la actividad económica a flote. ■

Habrá que seguir de cerca cómo impactará en los índices el aterrizaje de las tarifas que bajarán del orden del 30 % al 15 % los rangos de aumentos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina