Varones con polleras, la protesta en un colegio contra el machismo
"Colegiala con pollera muy corta es igual a colegiala víctima de abuso". Esa "ecuación" escucharon el viernes las alumnas de secundaria del Colegio Modelo de Jósé Mármol. Fue en una reunión "sólo para las chicas" convocada por las autoridades de ese instituto privado bonaerenese para "evitar posibles abusos". Ellas lo pensaron todo el fin de semana y anteayer varios de sus compañeros pusieron el cuerpo para rechazar ese preconcepto "textil": varones de quinto y sexto año fueron al colegio con polleras de colegialas.
Fue esa la forma más "explícita”, dicen, de repudiar lo que debieron escuchar las alumnas. Así lo publicó en Facebook Matías Caravaca, uno de los alumnos que participó. También llevaron el pañuelo verde que representa la lucha por la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
“Hoy, lxs alumnxs dieron cátedra de valores, haciendo entender que la situación no era como se planteaba, luchando para la naturalización de los cuerpos, y explicando con un método revolucionario que la ropa no tiene género. Las polleras no tienen que estar mas cortas. Los ojos deben mirar para otro lado; y las bocas, por favor, cerrarse”, escribió Matías. Se refiere al autor de la frase, "alguien de la administración del colegio", que dijo que si "la pollera está muy corta, generan malestar, hay malos comentarios dando vuelta, etc.".
"A los chicos se les permitió manifestarse dentro del colegio. Y, de hecho, esto les abrió la cabeza a montón de alumnos y directivos. Respetamos y valoramos los derechos de todos por igual. No sé de quién escu- charon esa frase, pero con esto aprendimos todos", dijo a Clarín Mónica Pérez, secretaria y profesora de Derecho de la institución. El colegio -que tiene 30 años y 30 mil egresados- se caracteriza por tener un centro de estudiantes "muy fuerte", algo atípico en secundarios privados.
"La reunión fue algo rutinario, normal. Sin preámbulos, directivos del colegio quisieron hablar con las alumnas sobre los uniformes, pero sentimos que no había quedado clara la situación, ya que está lejos de este colegio creer que el largo de la pollera puede llevar a un abuso", dice José Pablo Abd, representante legal del colegio, quien se reunió ayer con Matías y cuatro alumnas.
"Los carteles de los chicos van a seguir ahí, así como las puertas abiertas para que se expresen. Reconocemos que esto fue una lección de igualdad. A la vez, quiero destacar que Matías -con toda su convicción sobre la diversidad de género- se mostró muy abierto y respetó mucho que había compañeros que no pensaron lo mismo que él", agregó. ■