Hace 70 años comenzó el torneo más insólito de la historia del fútbol argentino
La AFA contrató ocho árbitros ingleses, jugaron tres escoceses en Newell’s y una huelga desvirtuó el final.
Arbitros ingleses, tres escoceses en Newell’s, huelga de profesionales, un candidato al título que no se presentó a jugar las últimas dos fechas, descensos suspendidos y un campeón impensado. Hace 70 años, el 11 de abril de 1948, comenzó el torneo más insólito de la historia del fútbol argentino.
La primera gran novedad fue la contratación de ocho árbitros ingleses. ¿Los motivos? Los de siempre: acusaciones de falta de capacidad y favoritismos. Además, para 1947 los árbitros tenían tres entidades y ningún gremio: la Asociación Argenti- na de Arbitros de Fútbol (no la actual Asociación Argentina de Arbitros), la Federación Metropolitana y la Federación de Arbitros. “Cada una observa los problemas desde su ángulo y las consecuencias no hacen más que dividirnos”, dijo en la revista La Cancha el árbitro Roberto Fuster. A finales de 1947 ya se hablaba de la llegada de los ingleses. Fuster señaló: “Deseo que vengan porque yo seré uno más entre los muchos que aprenderemos; los referís ingleses, a mi juicio, son necesarios como maestros”.
La contratación resultó un acierto. No hubo grandes escándalos y los fallos fueron más equitativos. Al menos al principio. Hubo una sensación: a los equipos chicos también les cobraban penales. Por eso hubo más sanciones. Es cierto, de 56 penales en 1947 se pasó a 100 en 1948. Pero el reparto fue igual: 68 por ciento para los equipos chicos y 32 para los cinco grandes (18 de 56 en 1947 y 32 de 100 en 1948). Dos meses después de iniciado el torneo los árbitros locales alzaron su voz de bronca y dejaron en claro que no existían antecedentes para sospechar de la moral de ellos y que no se consideraban inferiores a los ingleses. En 1948 la mayoría de los partidos fueron dirigidos por esos ocho hasta que uno de ellos decidió volver a Inglaterra por problemas personales. Entonces, algunos “locales” volvieron a dirigir en Primera A.
La llegada de los ingleses coincidió con la designación de Manuel Paulino Rodríguez, ex jugador y di- rigente de Newell’s, en la Comisión de Arbitros. El viajó a Inglaterra para las negociaciones. Y de paso arregló la contratación de tres jugadores escoceses para su club. Cuenta Carlos Durhand, periodista e historiador rosarino, que los tres llegaron “en calidad de libres”. Por Willian Kilpatrick (Morton), Donald MacDonald (Klimarnock) y Stewart MacCallum (Hearts), Newell’s pagó, entre primas y pasajes de ida y vuelta, unos 26.698 pesos y, de sueldos, otros 10.799, según consta en la Memoria y Balance del club. Fueron un fracaso: MacDonald jugó tres partidos y los otros, uno cada uno.
La vieja disputa entre jugadores y dirigentes explotó ese año a partir de la aprobación en marzo del Nuevo Régimen de Futbolistas. Ya existía Agremiados. Los directivos de la AFA no lo reconocían. En junio hubo una amenaza de huelga. Fue suspendida. El fin de semana del 30 y 31 de octubre los jugadores hicieron un paro simbólico de un minuto. El 1° de noviembre la AFA decidió suspender el torneo. El 8 los jugadores decretaron la huelga, que duró casi cinco meses. La AFA continuó el torneo con juveniles. Racing perdió el título y no se presentó a jugar los últimos dos partidos. Independiente fue el campeón (mañana presentará un modelo de camiseta que remite a ese título). Gimnasia y Tigre, que debían descender, se salvaron. Y el campeonato de Primera B se suspendió. Todo, en un sólo torneo. Bien insólito. ■