La fuerza de la acción
CLAUDIA PIÑEIRO
El campo de las ideas y de las intenciones es muy amplio. El de las acciones es muy contundente. Cuando una acción cala profundo y llega a transmitir una idea, una intención o la exigencia de un derecho con claridad y valor invita a sumarse. Eso sintió Cecilia Szperling al ver en las redes que un grupo de actrices se juntaron en la Revista Mu para firmar una carta a los diputados de la Nación. El objetivo: pedir que aprobaran la “Ley de interrupción voluntaria del embarazo”. Me llamó con la idea de replicarlo. Nos pusimos en marcha convocando a todas las escritoras que estuvieran de acuerdo con reclamar esta ley.
Lograr una masa crítica que ayudara a visibilizar un reclamo injustamente postergado se impuso a cualquier diferencia. Las sutilezas nos podrían haber hecho perder el sentido de lo importante: pedir el aborto legal, seguro y gratuito ante la realidad de miles de mujeres que cada día se realizan abortos de manera clandestina poniendo en riesgo su vida. Ninguna mujer quiere abortar, no es un deseo, pero en determinadas circunstancias puede ser la única salida cuando se produce un embarazo involuntario. Llegará un día en el que no podamos creer que hubo un tiempo en el que algunas personas obligaban a mujeres a dejar dentro suyo un embrión hasta que se convirtiera en persona humana. Mientras llegue, necesitamos muchas acciones, textos, firmas, debates.