Tucumanazo en La Paz
Hacía 48 años que un club argentino no ganaba allí. El equipo tucumano se recuperó ante The Strongest.
Atlético venció 2-1 a The Strongest e hizo historia: hacía 48 años que ningún club argentino ganaba allí.
No hay ningún cartel que lo señale a la salida del Hernando Siles, en los tan temidos 3.600 metros de altura de La Paz: “Bienvenidos a una nueva hazaña internacional del Decano”. Sí, Atlético Tucumán lo hizo de nuevo. Fue a Bolivia y le ganó a The Strongest, un especialista en hacerse fuerte en su casa. Fue un 2-1 que tuvo, además, argumentos futbolísticos y anímicos que lo justificaron. El equipo tucumano, el primer participante internacional del norte argentino, mostró autoridad y contundencia. Se animó y logró tres puntos estupendos que lo vuelven a poner en carrera en el Grupo C.
Así, también se abrazó a la historia: hacía 48 años que un equipo argentino no ganaba en La Paz por la Copa Libertadores. Aquella vez, en marzo de 1970, River venció 2-0 a Universitario. Unos días antes, Boca había derrotado a The Strongest.
El equipo de Ricardo Zielinski les dio a los bolivianos de su propia medicina y abrió la cuenta con un bombazo fenomenal de Nicolás Romat a los 11 minutos. El defensor cruzó la mitad de la cancha y como no le salía nadie a marcar se animó. Su remate desde casi 40 metros fue un teledirigido al ángulo superior derecho del arquero José Peñarrieta.
El equipo tucumano se dedicó a aguantar atrás y apostar al contraataque. Y así tuvo un par de chances para ampliar su ventaja.
Pero lo arrinconó The Strongest y alcanzó el empate. A los 38 minutos, llegó el córner desde la derecha hacia el segundo palo, la bajaron al medio y apareció Edis Ibargüen para empujarla con el omóplato al 1-1.
Ya en el segundo tiempo, Atlético sintió el desgaste y sufrió. Lo sostuvo Augusto Batalle. Y en el momento más complicado, llegó el error del zaguero Juan Valverde, el remate de Favio Alvarez que pegó en el travesaño y el gol de cabeza de Javier Toledo. Para darle la ventaja, el triunfo y la esperanza para la que sigue. Además, de la historia, claro. ■