Olmedo y su salida del recinto: “A mí nadie me aprieta; no soy un corrupto”
El polémico diputado le dijo a Clarín que “no hubo quórum porque no consiguieron llevar a su gente”.
El diputado de Salta Somos Todos, Alfredo Olmedo fue eje de la polémica en la frustrada sesión especial por las tarifas. La oposición lo acusó de provocar la caída de la sesión porque se fue después de haber hablado con un diputado oficialista que ingresó fugazmente al recinto. El personaje de camperas amarillas, acostumbrado a las controversias y exabruptos, habló del tema con Clarín:
- ¿Cuándo el diputado del PRO Javier Pretto se acercó a su banca le pidió que saliera?
- ¡No! Ni sé qué me quería decir, yo le decía ‘correte que estoy por hablar’ y levantaba las manos llamando a Monzó. Cuando vio que no lo escuché, se fue. No me llegó a decir nada. Tampoco me mandaron mensajes, yo le respondo a Dios por sobre todas las cosas. A mí nadie me aprieta; no soy un corrupto. Me quisieron arrodillar en el gobierno anterior y no pudieron.
- ¿Por qué se fue?
- Fue una sesión muy curiosa. La oposición la pidió para las 11 y yo fui el único que llegó a esa hora. Debía empezar 11.30 y ni los mismos que la gestionaron estaban. O sea que ellos son los que no quisieron tratar el tema. Entonces la culpa no es del diputado Olmedo, no vaya a ser que alguno de ellos que me hablan a mí de corrupción haya negociado no venir o no llegar a horario. La culpa por la falta de quórum la tienen los que no consiguieron que vaya su propia gente.
- ¿Usted le había prometido a la oposición su presencia?
- Yo no hablo con nadie, yo vengo a trabajar. No importa quién pida la sesión. Pero sí, cumplo el reglamento. A las 11.45 pedí la palabra para decirle al presidente que estaba fuera del reglamento. Cuando yo pedí una sesión especial para tratar el tema de los violadores, se cumplió la media hora de gracia y como no había quórum yo mismo pedí levantarla. Ayer la sesión ya estaba sin quórum cuando me levanté y me fui.
- ¿Por qué volvió después de que Monzó levantara la sesión?
- Volví por los insultos y las cosas que me gritaban. Graciela Camaño decía barbaridades. Yo no soy un corrupto, trabajo para el pueblo.
- ¿Qué sintió cuando le gritaron corrupto?
- Soy uno de los pocos diputados que puede mostrar el recibo de sueldo y mostrar cómo vivo. Ellos no pueden. Viven con el doble o triple del sueldo, con $ 300 mil o $ 500 mil al mes.
- ¿Si la sesión seguía votaba contra el aumento de las tarifas?
- Por supuesto. Y le pido al Presidente que mire al pueblo desde adentro, porque el pueblo está sufriendo. Le pido que retrotraiga las tarifas y que lo haga ya, porque no hace falta que el Congreso se expida para eso. ■