Paraguay: el oficialismo mantiene la ventaja para las presidenciales
Los paraguayos deciden el domingo entre el continuismo que representa Mario Abdo Benítez, el candidato a la presidencia del gobernante Partido Colorado, y la propuesta de cambio que plantea el liberal Efraín Alegre, líder de una coalición que tiene en el Frente Guasu su ingrediente de izquierda. Ambas visiones, la conser- vadora del Partido Colorado y la de centro izquierda de Ganar, el nombre de la alianza opositora que encabeza Alegre, se dirimen en unas elecciones de las que saldrá también el nuevo Congreso, una de las principales batallas de la cita del 22 de abril.
Los principales sondeos del país pronostican la victoria de Abdo Benítez, con una ventaja de 25 puntos sobre Alegre, quien asegura no creer en las encuestas.
El ex senador Abdo Benítez parte con la ventaja de tener tras de sí la maquinaria del Partido Colorado, con millón y medio de afiliados y una historia de 130 años, gran parte de ellos en el poder, incluido el período en el que cogobernó con el dictador Alfredo Stroessner (1954-1989).
El candidato presidencial colorado, que es hijo de quien fuera secreta- rio privado de Stroessner, se ha manifestado partidario de convocar una Asamblea Nacional Constituyente en la que se aborde la reforma del Poder Judicial, tan politizado como desacreditado, como forma de erradicar la corrupción y la inseguridad jurídica. También ha prometido “una revolución educativa en el Paraguay” y un objetivo: dedicar al sector el 7% del PIB, el mínimo mundial de la ONU, y con ello mejorar un sistema educativo en el que se invierte el 4,28% del PIB y que se ha mostrado ineficiente a la hora de aprovechar el bono demográfico del país, con cerca de un tercio de su población menor de 17 años.
Por su parte Alegre, que es el presidente del Partido Liberal y se presenta por segunda vez a la Presidencia, combina su mensaje a los liberales con mítines con su candidato a la Vicepresidencia, Leo Rubin, y el aporte de la alianza Ganar del Frente Guasu, del expresidente Fernando Lugo.
La alianza fue buscada ya que ambas formaciones no se bastan para doblegar en votos al Partido Colorado si marchan por separado a unas elecciones. De hecho, esa alianza ya fue practicada en 2008, si bien a la inversa, cuando fue Lugo el candidato y luego ganador de las elecciones de ese año.
En 2012 esa alianza se hizo pedazos, al apoyar los liberales el juicio parlamentario que destituyó a Lugo. Las encuestas también dan como futuros senadores a Lugo, que busca repetir escaño, y a Cartes, número uno en la lista colorada al Senado. ■