Trump plantea un escenario de dudas con respecto a la cumbre con Norcorea
El presidente de EE.UU. advierte que no irá si no hay señalas de acuerdo. Lo dijo tras el viaje del jefe de la CIA.
En medio de los preparativos para el encuentro con el líder de Corea del Norte, y pese a la expectativa que despierta un posible acuerdo de desnuclearización en la península, el presidente estadounidense Donald Trump transmite posiciones contradictorias sobre su participación en la cumbre con Kim Jong-un.
El mandatario estadounidense planteó incluso dejar plantado a Kim si considera que la reunión que ambos mantendrán en junio no tendrá los resultados esperados. “Si creemos que no va a ser exitosa, no la tendremos. Si pensamos que no va a ser fructífera, no iremos. Y si estoy allí y no es fructífera, me iré de la reunión. Siempre me gusta ser flexible y seré flexible en esto”, advirtió.
Estas frases de Trump surgieron tras el viaje que realizó la semana pasada a Norcorea el jefe de la CIA, Mike Pompeo, para evaluar detalles del encuentro. No se sabe qué visión le transmitió al presidente, pero a partir de allí Trump se mostró muy cauto sobre la cumbre.
“Una vía prometedora se abre pa- ra Corea del Norte si logra una desnuclearización completa, verificable e irreversible”, anunció, el presidente estadounidense, advirtiendo que Kim tenía que ser serio con sus compromisos.
Tanto los funcionarios como los expertos dicen que no está claro aún si Kim, quien depende de su poderío militar para mantenerse en el poder, está dispuesto a renunciar a todas sus armas nucleares.
Lo que plantea Corea del Norte es una desnuclearización y desmilitarización de toda la península. Esto implicaría que Estados Unidos retire sus fuerzas de Corea del Sur, donde tiene poderosas bases militares con el pretexto de proveer protección ante la amenaza norcoreana. Pyonyang también reclamará el desmantelamiento de los misiles estadounidenses que apuntan a su territorio desde Japón y la finalización de los ejercicios militares conjuntos entre Washington y Seúl.
El embajador de Estados Unidos ante la Conferencia de Desarme de la ONU, Robert Wood, fue claro al señalar lo que quieren, pero no lo que están dispuestos a dar. “El objetivo final es lograr el compromiso de Corea del Norte con la desnuclearización. EE.UU. está comprometido con una desnuclearización completa, verificable e irreversible”, afirmó. Y luego aclaró: “No vamos a pasar por el enfoque anterior en el que había pasos graduales”.
Por ahora, dijo el diplomático, se mantendrá la presión sobre el régimen norcoreano. Por ese motivo su misión en las próximas dos semanas será convencer a los demás países que integran las Naciones Unidas de mantener las sanciones sobre Corea del Norte a fin de que “cumpla sus obligaciones” y abandone su programa nuclear y de misiles balísticos.
La que puso el dedo en la llaga fue la directora ejecutiva de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), Batrice Fihn, quien afirmó que el programa nuclear de Corea del Norte no se puede resolver de forma aislada sin tener en cuenta el arsenal nuclear en general que poseen otros ocho Estados en el mundo.
En opinión de Fihn es “prometedor” que Estados Unidos y Corea del Norte hayan mostrado interés en encontrar una solución diplomática al programa nuclear de Pyongyang a través de una cumbre entre Trump y Kim, pero remarcó que “es importante abordar el arsenal nuclear de Corea del Norte mirando al arsenal nuclear en general”.
Si las dos partes lograran un acuerdo “lo aplaudiríamos”, señaló Fihn en un encuentro con medios. Eso sí, la organización seguirá trabajando hacia la desnuclearización de todos los Estados, insistió.
Actualmente poseen armas nucleares China, Corea del Norte, Francia, India, Israel, Pakistán, Rusia, Reino Unido y EEUU, recordó Fihn.
En su opinión, en todo caso “es poco probable que una de los nueve potencias con armas nucleares renuncie a su arsenal si los demás siguen amenazando con su uso y siguen modernizando” sus programas. “No creo que Estados Unidos se desarmaría sin que lo hicieran los demás”, subrayó Fihn, quien dijo que habría que preguntar a Washington si traerá a la mesa de negociación “su propia desnuclearización”.
En forma previa a la cumbre con Trump, Kim se reunirá con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in. Allí habrá un testeo de lo que está dispuesto a prometer cada uno. ■
“Si creemos que la reunión no va a ser exitosa, no la tendremos, no iremos”