Podaron el histórico ombú del Parque Rivadavia y hay quejas
Tenía más de cien años y era un ícono. La Ciudad explicó que estaba afectado por un hongo.
Fue espacio de juego, punto de encuentro, refugio y fuente de sombra. Durante al menos 100 años y para cientos de miles de vecinos de Caballito. Pero no existe más. La semana pasada, uno de los ombúes más grandes y antiguos del Parque Rivadavia empezó a ser retirado. Se trata del ejemplar próximo a la calle Rosario.
Su extracción activó no sólo la melancolía, sino también la polémica. Los vecinos y organizaciones de defensa del arbolado urba- no denuncian una poda injustificada. Mientras que en la Comuna argumentan que el ejemplar estaba enfermo y representaba un peligro.
El árbol, un Phytolacca dioica, estaba infectado por un hongo, según dijeron a Clarín desde la Secretaría de Atención Ciudadana. En marzo, durante una primera inspección surgió ese diagnóstico que fue agravándose hasta principios de abril. Tras la tormenta del miércoles pasado, cayeron ramas. "No queremos hacer extracciones. Está la vida de los árboles y representan un costo alto. El monto que demanda retirar un ejemplar es el mismo que se necesita para plantar diez árboles", agregaron.
En uno de los informes técnicos se amplía: "El patógeno permanece en el suelo por mas de un año y su control es muy difícil, por lo que se recomienda la extracción o su descope para minimizar riesgos y evitar que la enfermedad se expanda a los otros ombúes del parque". Las autoridades de la Comuna 6 decidieron reducir su copa. En el medio, una tormenta provocó el quiebre de una rama gruesa, que al caer lastimó a una nena. "En el lugar se colocará una placa conmemorativa y, una vez que las condiciones de salubridad estén dadas, se plantará otro árbol", dijo Hipólito Forno, presidente de la Comuna 6.
Un grupo de vecinos y miembros de la organización "Basta de Mutilar Nuestros Árboles" organizó el sábado una despedida para el ombú, y criticaron la gestión del arbolado que se hace en la Ciudad. El año pasado docentes de la carrera de Jardinería de la UBA alertaron sobre malas prácticas en la poda que ejerce la Ciudad, lo que aumenta el riesgo de ramas caídas y acelera su decrepitud. ■