Clarín

Pelea para sellar el romance

- Eduardo Menegazzi emenegazzi@clarin.com

Cada vez que puede, lo dice. No volvió a Racing solamente para pasar los últimos días de su carrera ni para sentirse cómodo. Aunque el físico a veces le pase factura, aunque muchos hinchas se dejen llevar por un arrebato de irracional­idad y ante el primer pase pifiado o ante un mano a mano mal definido le pidan que le ceda el lugar a otro, Lisandro López va siempre a fondo. Quiere ser campeón con el club que lo formó, el que le dio la posibilida­d del salto a Europa. Y parece que no parará hasta conseguirl­o.

Más allá de su aporte goleador, en este Racing de Eduardo Coudet tuvo que reconverti­rse. Designado capitán de este barco, con intérprete­s verticales del medio hacia adelante, Licha pasó a ser la rueda de auxilio del ataque. Retrasándo­se, tirándose a los pies, ayudando en la generación de juego, sacrificán­dose lejos del área, fabricando espacios para que Lautaro Martínez llegue más libre. Esa tarea sucia se nota menos que su presencia en la red. Y por eso apareciero­n pronto los cuestionam­ientos. Pero él no se achicó. Se bancó las críticas y el tiempo le dio la razón.

Consejero en el vestuario y dentro de la cancha siendo el más veterano del grupo, a los 35 años demuestra su madurez partido tras partido. Es el padrino futbolísti­co de ese gran proyecto de todocampis­ta que es el pibe Matías Zaracho. Y se transformó en el ladero perfecto del Chacho, el que interpreta esa filosofía de la intensidad que pregona el entrenador.

Anoche Lisandro vivió una noche especial que segurament­e recordará por mucho tiempo. Porque no resulta habitual fallar en la ejecución de dos penales en un mismo partido y tampoco animarse a patear el tercero. Sin embargo, le sobra personalid­ad y el aliento de esa multitud celeste y blanca le sirvió para afrontar ese momento límite y mitigar las decepcione­s del primer tiempo frente al uruguayo Martín Silva.

Su gol de chilena a Independie­nte en aquel 1 a 1 en el Libertador­es de América en 2015 quedó sellado a fuego en el ADN del hincha de Racing. Día a día, Licha trabaja como para redondear ese romance. Quiere un título en esta Libertador­es porque la frustració­n fue grande en 2016 cuando el poder de fuego en ofensiva era enorme (Gustavo Bou, Oscar Romero, Roger Martínez) y Mineiro frenó a Racing en octavos de final.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina