Racing goleó, erró 2 penales y se consolida en la Libertadores
Un cabezazo de Pinola en el primer tiempo y otra gran noche de su arquero fueron los argumentos para ganar por primera vez en esta Copa. No jugó bien, pero quedó como uno de los líderes del grupo y extendió a 10 la serie de partidos sin derrotas.
Con un rotundo 4-0 ante Vasco da Gama demostró su poder ofensivo. Marcaron sus figuras Centurión, Lautaro Martínez, Zaracho y Lisandro López (de penal, después de haber fallado en dos). Buen triunfo de River 1-0 ante Emelec en Ecuador.
River consiguió su triunfo número 100 en la era de Marcelo Gallardo pero, paradójicamente, no mereció llevarse los tres puntos de acá, de Ecuador. Así y todo, logró un triunfo más que importante que lo posiciona primero del grupo D de la Copa Libertadores junto a Flamengo. Lleva 10 partidos seguidos sin conocer la derrota y después de ganarle a Boca la final de la Supercopa, sacó el 89 por ciento de los puntos. Tremendo envión. Eso sí, más allá de esa gran efectividad, para sostenerla de aquí en adelante deberá mejorar en el juego. Es que, otra vez, su arquero fue la figura de la cancha. Franco Armani volvió a tener otra actuación de Selección para sostener el cero en el arco de un River que manejó el partido e impuso su ritmo en el primer tiempo, pero fundió motor en el segundo.
¿Habrá influido el desgaste del largo periplo que tuvo para llegar a Guayaquil? Es que a River le salieron las cosas al revés en la planificación del viaje. Al hacerlo en dos tramos y durmiendo una noche en Lima pensó que iba a tener menos desgaste. Pero el miércoles, el día que tenía que salir hacia Ecuador, se encontró en el aeropuerto de la capital peruana con una larga demora de cinco horas. Llegó tarde a Guayaquil y no pudo entrenarse. Quedó expuesto en el complemento. River estaba fundido y le costaba tener la pelota, a tal punto que empezó a revolearla y a aguantar como podía.
Emelec aprovechó esta situación y fue a buscar con todo el empate. Inclinó la cancha el conjunto local pero no consiguió el empate porque es un equipo muy limitado. Y fundamentalmente porque apareció Armani para impedírselo. Ya le había sacado un mano a mano a Marlon de Jesús en la primera parte. Había definido mal el de Emelec. Y un bombazo de Arroyo en un tiro libre peligroso. Pero se consagró como el mejor del partido cuando, sobre el final, le sacó otro mano a mano a De Jesús, que se había filtrado en el área.
Hubo tramos en los que River sufrió en un partido que no era para sufrir. Pero el equipo de Núñez cedió la iniciativa y la pelota. Cometió faltas cerca del área y dejó venir a su rival, que acumuló gente en ataque con los cambios de su entrenador, Alfredo Arias. Ponzio ya no lograban contener tanto y Enzo Pérez se multiplicó para tratar de recuperar pelotas y tapar agujeros. Gallardo mandó a la
cancha a Mayada y a Zuculini para reforzar la marca e intentar recuperar el medio que a esa altura estaba perdido. Emelec metía pelotas al área y Pinola sacaba todo. Se complicó River en la segunda mitad.
Parecía un encuentro que le quedaba cómodo a River en la previa, pero el propio River se lo hizo incómodo. Es que el equipo de Marcelo Gallardo encontraba espacios con facilidad, pero estaba impreciso. Quizá, el mal estado del campo de juego puede haber influido. Lo cierto es que hubo dificultades para el traslado del balón y para dar el pase adecuado. Emelec le pobló la mitad de la cancha. Na
cho Fernández, cuando la tenía no acertaba y tomaba malas decisiones. Y Pity Martínez apareció en cuentagotas. En una de ellas, el 10 frotó la lámpara sobre el final del primer tiempo y ejecutó un centro justo y bien direccionado a la cabeza de Pinola, que entró solo por el segundo palo. River sacaba una ventaja por la que no había hecho mucho sobre el final de la primera parte -aunque había sido superior- y parecía que no iba a tener inconvenientes en resolver el partido. Pero los tuvo y su arquero lo salvó. Así y todo, volvió a ganar en Guayaquil, como el año pasado, y se encaminó en su grupo.