Dos conservadores se disputan la presidencia en Paraguay
Los sondeos dan como favorito al colorado Abdo Benítez. Su rival, el liberal Efraín Alegre, es respaldado por Lugo.
Paraguay se prepara para elegir este domingo a su presidente para los próximos cinco años, con el candidato de centroderecha Mario Abdo Benítez, del gobernante partido Colorado, como favorito en todas las encuestas. Su rival es Efraín Alegre, representante de una alianza entre el Partido Liberal y la centroizquierda de Fernando Lugo.
De acuerdo a los últimos sondeos realizados este mes por las consultoras Instituto de Comunicación y Arte (ICA) y Estudio de Opinión Pública, a los que accedió Clarín, Abdo Benítez obtiene entre 53 y 55 por ciento de intención de votos y Alegre entre el 31 y 32 por ciento. Hay otros ocho candidatos de un amplio arco político, pero ninguno de ellos supera el 2% de respaldo.
“Marito”, como se lo conoce popularmente, tiene 46 años y si bien es un exponente del tradicional Partido Colorado, busca despegarse del actual presidente Horacio Cartes, con quien mantiene una fuerte disputa interna.
Graduado en Marketing en Estados Unidos y representante de la clase pudiente paraguaya, Abdo Benítez carga con el peso de ser hijo del secretario privado del dictador Afredo Stroessner. El sostiene que eso es cosa del pasado familiar y se esfuerza por mostrar sus credenciales democráticas y republicanas.
Durante la campaña tuvo un discurso de renovación política, de lucha contra corrupción y de defensa de las instituciones. Promete destinar mayores fondos a la educación y a la salud, y comenzar una profunda reforma del Poder Judicial, uno de los sectores que más rechazo provoca en la opinión pública.
“Hoy la gente en Paraguay siente que la democracia está al servicio de una minoría y no del pueblo. La corrupción en ese sentido es un flagelo que destruye la capacidad de desarrollo de nuestro pueblo”, afirmó Benítez en el cierre de campaña de este jueves.
Alegre, un abogado de 55 años, intenta por segunda vez acceder a la presidencia de Paraguay. En las pasadas elecciones de 2013, en las que solamente tuvo el apoyo de su partido Liberal, perdió frente a Cartes por 8 puntos.
Esta vez logró reeditar la coalición del 2008 con el Frente Guasú (Frente Amplio) y otras agrupaciones de izquierda que dieron el triunfo al ex presidente y ex sacerdote Fernando Lugo, destituido en 2012 mediante un polémico juicio político.
Alegre propone garantizar salud gratuita para los más pobres y abaratar las tarifas de energía para incentivar las inversiones y promover el empleo, una tarea pendiente en Para- guay que exhibe altas tasas de informalidad.
En este país mayoritariamente católico, ambos candidatos se muestran conservadores y rechazan tanto la despenalización del aborto como el matrimonio igualitario.
“Yo estoy por la vida, estoy en contra del aborto y de la despenalización, en todos los casos. Personalmente creo que no existe nadie que puede hacer de Dios para resolver sobre la vida o la muerte de una persona”, respondió tajante Alegre en una entrevista esta semana con la AFP.
En estas elecciones hay otra pelea paralela a la presidencial. Se trata de la lucha por una banca en el Senado por parte del actual presidente Cartes, que también va por el Partido Colorado, y del ex mandatario Lugo que representa al Frente Guazú. Si bien a ambos les corresponde una banca como senadores vitalicio por haber sido Presidentes, no están conformes porque tendrían sólo voz, sin posibilidad de votar. En cambio si ganan esa banca contarían con voz y voto.
Las encuestas son dispares en este sentido. La de ICA muestra ganador a Cartes con 26,5% de los votos, seguido por Blas Lanzoni -del Partido Liberal Radical Auténtico- con 16,3% y Lugo con el 12,2%. En cambio el sondeo de Estudio de Opinión Pública ubica a Cartes con el 27,5% y a Lugo con el 21,4%.
Los comicios, para los que están inscritos 4,2 millones de ciudadanos, sobre una población de 7 millones, serán supervisados por misiones de observación de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos. La elección se realiza a una sola vuelta, ya que no existe ballotage en Paraguay.
Además de presidente, los paraguayos elegirán un nuevo Congreso y gobernadores para los 17 departamentos en los que se halla dividido políticamente el país. ■