Despenalización del aborto: la Iglesia pidió una solución para “no matar”
“No les neguemos los derechos humanos a los más débiles”, expresaron los obispos en un carta pública.
Desde que en febrero el presidente Macri destrabó el debate legislativo de la despenalización del aborto, la Iglesia viene sumando declaraciones y gestos como adhesiones a marchas contra el proyecto. Ayer fue el turno de su máxima instancia, el plenario de todos los obispos del país que, al término de su primera asamblea del año, difundieron el pronunciamiento más contundente. Afirman que “una Nación democrática, moderna y progresista, debe tener la capacidad, el ingenio y la creatividad, de buscar soluciones nuevas que resuelvan los problemas, sin necesidad de matar o ‘interrumpir´ vidas de seres humanos”. Y expresan su anhelo de que “podamos defender hasta tal punto los derechos humanos, que no se los neguemos a los más débiles y vulnerables”.
En el texto, de una carilla, titulado “Proponemos una mirada amplia: to- da vida vale”, los obispos siguen la línea de su anterior declaración de febrero, cuando al abrirse al debate y pedir un diálogo sincero y profundo, aceptaban la situación de vulnerabilidad de muchas mujeres que abortan o están en riesgo, pero reclamaban acciones preventivas y de acompañamiento. “Hay mucho por hacer para acompañar y ayudar a las mujeres que viven un embarazo inesperado, en malas condiciones”, admiten en el documento. Y señalan que “muchas de estas realidades tienen que ver con la pobreza no resuelta”.
Los obispos –que sesionaron en la casa de retiros El Cenáculo, en Pilardifundieron la declaración por Inter- net e incluyeron como novedad un video en la que el presidente del Episcopado, monseñor Oscar Ojea (San Isidro), y los vicepresidentes primero y segundo, cardenal Mario Poli (Buenos Aires) y monseñor Marcelo Colombo (La Rioja), hacen una reflexión sobre el tema. Ojea dice que el debate sobre el aborto “es una oportunidad extraordinaria en nuestro país para poder mejorar leyes que tienen que ver con la adopción y con el cuidado de nuestras mujeres en zonas vulnerables”. Poli afirma en cuanto a la oposición de la Iglesia al aborto que “en el ánimo está no condenar a nadie, sino entrar en un diálogo razonable sobre la cuestión de la vida”.
En la declaración, expresan su esperanza de que “este debate nos permita dirigir la mirada de manera amplia a diversas situaciones que no deberíamos separar: la defensa del niño por nacer, el respeto a la mujer y el cuidado de su vida, el inmenso valor de la familia y la vida amenazada de tantos argentinos que se debaten en la pobreza y la miseria. Tanto la Iglesia como la sociedad –reconocenno hemos hecho lo suficiente. Tampoco hemos acompañado de la mejor manera a las mujeres que han abortado en medio de sufrimientos y límites, y padecen en soledad las consecuencias de esta decisión”.
“Alentamos a nuestros legisladores –afirman- a que se atrevan a soñar una Argentina superadora de recetas de cuarenta años atrás y a que sean capaces de proponer leyes innovadoras que tutelen tanto la vida y los derechos de la madre como la vida y la dignidad del hijo. Nos duele que algo tan grande y esencial como defender la vida nos pueda enfrentar o dividir todavía más. Este momento histórico nos exige luchar codo a codo por los más frágiles de nuestra querida Argentina”, concluyen. ■
Muchas de estas realidades tienen que ver con la pobreza no resuelta del país”
Hay mucho por hacer para acompañar y ayudar a las mujeres que viven un embarazo inesperado”
Nos duele que algo tan grande y esencial como defender la vida nos pueda enfrentar o dividir todavía más”