Crimen del chofer: liberaron al menor y hay dudas sobre la actuación policial
Tras el pedido del fiscal, el adolescente que estaba preso por el crimen de Leandro Alcaraz salió de prisión. El abogado de la familia de la víctima dice que los testigos le temen a la Policía.
Una foto y un rumor lo pusieron en el centro de las sospechas por el crimen del chofer Leandro Alcaraz (26) en La Matanza. El lunes lo detuvieron y para algunos el caso parecía cerrado. Pero ayer este menor de 17 años recuperó su libertad por falta de pruebas que lo ligaran al asesinato del colectivero. Dicen, igual, que lo siguen investigando.
Al parecer, nadie pudo ubicar al adolescente dentro del colectivo ni en la parada de Santiago Bueras y Concordia, de Virrey del Pino, donde ocurrió el crimen el domingo cerca de las 18. El testimonio de otro menor que dijo que el adolescente le contó que se había “mandado una cagada” era lo único que sostenía su detención. Hay sospechas de que, de alguna manera, estuvo vinculado en la historia pero no como autor material del homicidio. Pero por ahora son solo sospechas. Por eso, el juez de Garantías Sergio Daniel Polti lo liberó por pedido del fiscal Emilio Spatafora. De todos modos, el menor sigue vinculado al caso y tiene prohibida la salida del país.
No ocurrió lo mismo con los otros dos detenidos –Jonathan Acevedo (18), alias “El Viejo”; y Juan Alfonzo Gauto (24), de origan paraguayo. La abogada del “Viejo”, Fernanda Herrera, había pedido su excarcelación pero fue rechazada por peligro de fuga y riesgo de entorpecer la investigación.
El gran problema que tiene la causa es la falta de testigos. “Nosotros vemos mucho miedo, pero no con la gente del barrio sino con la Policía”, dijo a Clarín el abogado Walter Fidalgo, que representa a la familia de Leandro. Fidalgo estima que en el colectivo había cerca de diez personas cuando mataron al chofer. Varias de ellas, y otros pasajeros que hicieron el trayecto, fueron ubicados por los datos del sistema SUBE y brindaron su testimonio. Todavía faltan algunos. Pero sobre todo, declararon los que estaban en la calle en ese momento y vieron la secuencia desde abajo. “Necesitamos a los testigos del barrio”, dijo el abogado. Creen que ahí puede estar la llave del caso.
Las dudas sobre la actuación de la Bonaerense estuvieron desde el principio. Nunca quedó claro el motivo por el que la Policía fue a buscar al “Viejo” y al menor a su casa. En la comisaría dicen que fue por el identikit que hizo una testigo, por una foto de Facebook que se viralizó por las redes apuntando a los sospechosos y por “alguien que llamó para avisar que se estaban por escapar”. A la vez, las madres de los detenidos dijeron que al ver la foto que se viralizó estaban llevando a sus hijos en remís a la seccional porque tenían miedo de que les hicieran algo.
Después, circuló una foto de los sospechosos tomada dentro de la comisaría antes de que el fiscal José Luis Maroto (en ese momento, a cargo del caso) los viera. Algo más salió al revés ese lunes. El testigo que terminó dejando imputados al menor y al “Viejo” porque supuestamente había escuchado al adolescente hablando del crimen apareció después de la de- tención de ambos.
Cuando cayó el menor, la causa pasó al fuero Juvenil y el fiscal Spatafora desplazó a la Policía de la investigación y se la dio a la Gendarmería. Para algunos no fue casual que el miércoles se viralizara un video de Acevedo en la comisaría, en el que los otros presos lo hacían pedir perdón por matar al colectivero mientras se burlaban de él. Ahora, la defensa del “Viejo” evalúa pedir la nulidad de las ruedas de reconocimiento -dos testigos lo señalaron allí- ya que se hicieron después de la difusión de las imágenes.
A eso se suma una denuncia del menor contra un comisario “petisito y medio pelado” que le habría dado cachetazos y lo habría amenazado con “meterle una lapicera” en el ano para que se “hiciera cargo del crimen”, según informó Télam. Fuentes oficiales negaron ayer que se esté investigando al oficial por esa denuncia. Sí fueron separados por Asuntos Internos dos oficiales de la comisaría de Ramos Mejía por el video del “Viejo”.
El jueves a la madrugada, la Gendarmería detuvo al paraguayo Juan Alfonzo Gauto (24), que ya había sido demorado y liberado de la comisaría de Virrey del Pino el lunes.
Gauto, que según la Policía primero había dicho que el domingo del crimen estuvo durmiendo en su casa, ayer declaró que participó toda la tarde de un torneo de fútbol en una canchita ubicada en el barrio San Pedro y que figura en la planilla de inscriptos. Por ahora, seguirá detenido igual que Acevedo. Mientras, la defensa del “Viejo” prepara un pedido de “morigeración”, luego de que le negaran la liberación. La hipótesis más firme ubica al “Viejo” en el centro de la escena. Y, para la querella, habría “más de dos” implicados. ■