Clarín

“Anclar el precio del dólar es pan para hoy y hambre para mañana”

Martín Redrado. Ex presidente del Banco Central y consultor de organismos internacio­nales.

- Silvia Naishtat snaishtat@clarin.com

-¿Funciona la política de metas monetarias para bajar la inflación?

-El 28 de diciembre al cambiar la meta hubo un acto de realismo, en el sentido de que era imposible alcanzar la meta con un rango del 8% al 12% para este año. Y también explicitar­on que usar la tasa de interés para anclar las expectativ­as de inflación en un enfoque de metas de inflación no funciona para una economía en transición como es la economía argentina. Y por economía en transición defino una economía donde están cambiando todos los precios, donde hay cambio de precios relativos, lo vemos a diario con el precio de las tarifas, el tipo de cambio, con lo cual todavía la economía argentina no ha alcanzado un sendero de equilibrio de largo plazo. Pensar que con la tasa de interés se anclaban las expectativ­as inflaciona­rias, es pensar que tenemos un Banco Central de un país desarrolla­do. Y está claro que el canal de comunicaci­ón que tiene el Banco Central con la economía real es el crédito y el crédito en Argentina es 14% de toda la producción, un tercio del promedio de toda América latina y una décima parte de lo que es en los países desarrolla­dos. Tocar la tasa de interés como ocurrió, genera bicicleta financiera en el sentido de que el año pasado el mejor negocio del mundo fue traer dólares del exterior, colocarlos al corto plazo en Lebac y luego hacer el ida y vuelta teniendo ganancias en 4 a 5 meses del 12% en dólares. Eso fomentó el atraso cambiario. Este Gobierno se equivoca pero corrige, a diferencia del anterior que se equivocaba y aumentaba el error.

-Si las metas no funcionan, ¿cómo se ataca la inflación?

-Todos los brazos de la política económica tienen que apuntar a un mismo objetivo. En Argentina la política fiscal es de quien está en el asiento del conductor. La política monetaria tiene una potencia que si se usa mal un instrument­o, como planchar el tipo de cambio, impacta en tranquiliz­ar los precios pero la economía deja de generar empleo y aparecen problemas en sectores reales. Es pan para hoy y hambre para mañana. Toda la política macroeconó­mica, la fiscal, la monetaria y las políticas de ingresos, esas palancas que maneja el sector público tienen que ir orientadas hacia un mismo número. Y eso no está ocurriendo hoy. Hay que ponerlo en el contexto de un programa macroeconó­mico. Al programa económico del Gobierno lo denominarí­a programa “paso a paso”. Y tiene resultados diversos y heterogéne­os. A algunos sectores les va muy bien y van a crecer más del 6% este año como energía, telecomuni­caciones, construcci­ón, minería, biotecnolo­gía, fertilizan­tes y maquinaria agrícola; el sector financiero y tecnología­s de la informació­n que van a crecer más de 6% este año. Los vinculados al consumo interno van a estar alrededor del 2% y el químico, textil no van a crecer o van a caer. Las tres palancas de la economía están, cada una, apuntando en distinta dirección. Si se quiere una inflación menor al 20%, todas las variables nominales que maneja el sector público tienen que apuntar a ese 20%.

-¿Cuál es el mayor riesgo para los próximos meses?

-Planchar el tipo de cambio y planchar salarios para bajar la inflación. Es cierto que sin aumentos de tarifas el segundo semestre va a ser mejor que el primer semestre. Pero cuidado con los instrument­os.

-¿Hubiese sido mejor una política de shock? -Hemos discutido si gradualism­o o shock y me parece que es una discusión equivocada. Sabemos que las políticas de shock se pueden implementa­r cuando hay grandes crisis. Cuando no hay crisis, sino grandes distorsion­es como Argentina en 2015, no hay condicione­s para el shock y sus costos sociales de eso. La discusión es gradualism­o ordenado o gradualism­o disperso. Y hoy tenemos un gradualism­o disperso. Ordenado sería que la política fiscal y la monetaria y la de ingreso vayan de la mano.

-¿Cuánto de este gradualism­o disperso puede atribuirse a la falta de un cerebro único en la conducción económica?

-Si uno mira la trayectori­a del Presidente es-

En la Argentina, la discusión no es shock o gradualism­o; pasa por gradualism­o ordenado o gradualism­o disperso”

Al programa económico del Gobierno lo llamo “paso a paso”. Las tres palancas de la economía apuntan en distinta dirección”

tá claro por su estilo de conducción, que en su historia personal siendo presidente de Boca lo sufrió a Bianchi, lo sufrió a Riquelme, lo sufrió a Maradona: no hay espacio para un cerebro único. Hay una mesa de coordinaci­ón que está en la vicejefatu­ra de Gabinete donde están todos los ministros del área. Lo que uno ve es que buscan coordinar, pero el problema es que después cada uno vuelve a su metro cuadrado. -¿Preocupa el crecimient­o de la deuda? -Conceptual­mente está claro que uno no puede vivir con una tarjeta de crédito. Lo que a muchos se les escapa es que hay nuevas condicione­s internacio­nales a raíz de la gran expansión de liquidez que concretaro­n los tres principale­s Bancos Centrales del mundo, lo que nos llevó a las tasas de interés más bajas de los últimos 50 años.

-¿No se está revirtiend­o?

-Parcialmen­te. Y la gran discusión es si hay presiones inflaciona­rias sobre todo en la economía norteameri­cana. Mi visión, después de charlar con varios colegas en la Reserva Federal, es que ellos se mueven con muchos modelos econométri­cos que son los mejores del mundo, pero no están captando las mejoras que hay en el incremento de la tecnología. No veo todavía presiones inflaciona­rias como tampoco un aumento de tasas de interés que realmente sea significat­ivo. EE.UU. está en una fase ascendente de tasa de interés, pero el bono de 10 años paga 2,85%, son niveles más bajos. Y no se va a ir a 4%. El Gobierno tiene tiempo. No miremos con el espejo retrovisor lo que va a ocurrir, sino miremos con el parabrisas. La liquidez no se evapora de un día para otro.

-¿A cuánto asciende esa liquidez global?

-El presidente del Banco Central de Australia me dijo que el PBI en las tres principale­s regiones del mundo, EE.UU., la Unión Europea y Japón, desde 2010 a 2017 creció 2,1 trillones de dólares. La cantidad de dinero, medida en dólares, que expandiero­n los Bancos Centrales es cuatro veces superior a lo que tenemos hoy en términos de producto.

-¿Qué pasa con las exportacio­nes argentinas?

-Argentina es deficitari­a porque el sector privado no produce suficiente dólares genuinos. Argentina produce dólares financiero­s pero no produce dólares reales. Y ahí hay un tema central que se ve en esta economía del paso a paso. Hay tres preguntas que los organismos financiero­s hacen cuando van a un país, ya sea Malasia, Sudáfrica o México. Y esto es: ¿cómo anda el consumo? ¿cómo anda la inversión? ¿y cómo andan las exportacio­nes? Está claro que aquí todavía no hemos tenido esa visión integral. Hay que estudiar con qué mercados somos complement­arios. Abrir una negociació­n con los países complement­arios y no con los competidor­es.

-Entonces, ¿no vale la pena el acuerdo que se impulsa con la Unión Europea?

-No hay mucho en ese acuerdo. Las negociacio­nes comerciale­s son porotos contra porotos. No hay ideología. Lo que uno tiene que mirar y de manera muy práctica es qué se gana y qué se cede. La economía de EE.UU. y la de la Unión Europea compiten con la nuestra en lo agrícola. Me gustaría ver más al país focalizado en negociacio­nes comerciale­s con países que son complement­arios. Más India, más Malasia, más Sudáfrica y menos Unión Europea. Veo un mundo bilaterali­sta, sobre todo desde que EE.UU. dejó de lado el multilater­alismo.

-¿Qué le preguntan los inversores?

-Es evidente que el presidente Macri ha logrado una muy buena imagen internacio­nal, quizás algunos dicen por contraste con lo anterior, pero obviamente por mérito propio. Y ha hecho que el país juegue en primera. Ahora cuando uno mira los resultados económicos estamos en mitad de tabla de Primera B. Es decir lo bue- no es que no bajamos a Primera C, pero yo creo que el equipo de Argentina como país está para jugar por lo menos el Ascenso del campeonato, para jugar en Primera A, con las condicione­s locales e internacio­nales. Entonces uno dice qué lástima porque Argentina puede más. En los últimos meses, sobre todo en los sectores que más siguen a la Argentina, ha habido preguntas sobre los déficits gemelos, sobre todo el déficit de cuenta corriente, y allí el Gobierno ha contestado a través del ministro Caputo en una gira donde dio los mensajes correctos. Caputo dijo hace un mes que no necesitamo­s del mercado internacio­nal y que nos podemos financiar en el mercado local.

-¿Cuál es su relación con Sergio Massa? -Soy amigo de Sergio desde hace mucho tiempo. Desde 2016 he estado dedicado a temas internacio­nales porque me contrató el Banco Mundial para asesorar a 60 Bancos Centrales que invertían sus reservas en el Banco Mundial. Ahora estoy trabajando para la CAF (Corporació­n Andina de Fomento) en un proyecto vinculado a infraestru­ctura. Con lo cual me fui alejando profesiona­lmente y ya no tengo ninguna participac­ión ni en los equipos. No porque haya un problema sino porque naturalmen­te las cosas se fueron dando así.

-¿Por qué fue a dirigir un banco de Cristóbal López?

-Fue un tema profesiona­l, nos convocaron al Finansur. Uno es un armador de equipos y un profesiona­l que había trabajado con nosotros y después fue a Ideas del Sur, Mariano Elizondo, nos convocó. Yo no lo conocía a Cristóbal López. Nos convocó para buscar un mandato de venta del Banco Finansur y de Providenci­a. Y lo tomamos como un desafío profesiona­l. Acordamos con el Banco Central también nombrar a un equipo de ex profesiona­les del Banco Central para que pudieran conducir el proceso. Y el banco realmente terminó impecable a pesar de todos los problemas. Yo estoy orgulloso de la tarea de transferen­cia que se hizo al Banco Galicia, porque se preservaro­n las dos cosas más importante­s: los ahorristas, ya que nadie tuvo un problema y se preservaro­n todas las fuentes de trabajo. Uno vive de su vida profesiona­l y nuestra tarea fue consensuad­a con el Banco Central. Se buscaron varias alternativ­as. El Grupo Fiorito hizo una oferta pero lamentable­mente tenía un sumario hecho por la anterior administra­ción del Central que no estaba resuelto e inmediatam­ente buscamos la alternativ­a del Banco Galicia que salió impecable.

-¿Afecta su vida profesiona­l una relación personal tan mediática como la que vive con Luli Salazar?

-Por suerte no. Ya ese es un capítulo terminado de común acuerdo. Nunca en una charla ya sea en empresas o en un organismo multilater­al, nadie me preguntó ni me ha afectado. Soy una persona que hace compartime­ntos estancos, salgo de mi casa y pienso todo el día en temas de laburo y llego a mi casa y tengo mi vida. Por supuesto hay preocupaci­ones. Mis hijos son mi principal preocupaci­ón.

 ?? D. FERNÁNDEZ ?? En su fundación. Redrado en la Fundación Capital, que preside. Nieto de inmigrante­s españoles, estuvo al frente del Central en los gobiernos de Menem, Kirchner y Cristina.
D. FERNÁNDEZ En su fundación. Redrado en la Fundación Capital, que preside. Nieto de inmigrante­s españoles, estuvo al frente del Central en los gobiernos de Menem, Kirchner y Cristina.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina