Tarde de terror en Canadá
Fue en Toronto y se ignoran las causas del hecho, que evocó ataques terroristas. La policía detuvo al chofer de la combi quien, al parecer, les reclamó que lo mataran.
Una combi se subió a la vereda en un área céntrica de la ciudad de Toronto. Mató a diez peatones e hirió a otros quince. Se ignoran las causas del hecho. El agresor fue detenido. “Matame, pegame un balazo en la cabeza”, le pidió a la Policía.
Un hombre mató a 10 personas e hirió a otras 15 al atropellar ayer a varios peatones con una furgoneta en el centro de la ciudad canadiense de Toronto, antes de ser detenido luego de una tensa confrontación con la policía. Aunque aún se ignoran las causas del incidente, el episodio hizo recordar casos similares de ataques terroristas con vehículos lanzados a gran velocidad y usados como armas.
Testigos dijeron que el hombre manejaba a unos 60 ó 70 kilómetros por hora al subirse a la vereda en una zona transitada del norte de la ciudad y parecía actuar de manera delibera- da. Sin embargo, la policía señaló que aún desconocía las motivaciones del hecho. Anoche, la TV canadiense identificó al arrestado como Alex Minassian, de 25 años.
“Es un evento muy grave”, dijo Ralph Goodale, ministro de Seguridad Pública. “Por ahora no se puede llegar a ninguna conclusión”. Al dar la cifra de víctimas, el subjefe de policía de Toronto, Peter Yuen, dijo que el vehículo fue encontrado y su conductor arrestado.
El hecho recuerda al modus operandi de los ataques con vehículos en grandes ciudades como Nueva York, Barcelona, Londres, Niza, París, Berlín y Estocolmo, donde radicales con- virtieron autos o camionetas en armas que atropellaron fatalmente a peatones. Al igual que otros países, Canadá ha sido blanco de ataques yihadistas, a pesar de que el número de víctimas ha sido menor.
Uno de los hospitales adonde fueron llevadas las víctimas dijo haber recibido a ocho personas, una de las cuales fue declarada muerta a su ingreso, informó el portal de noticias canadiense CP24. Otros cinco pacientes estaban en condiciones críticas, según un comunicado del Hospital de Sunnybrook.
El incidente de ayer sucedió mientras ministros de los países más industrializados del mundo estaban re- unidos en Toronto para discutir cuestiones internacionales de cara a la cumbre del Grupo de los Siete (G7) que se celebrará en la ciudad canadiense de Québec en junio próximo. En el encuentro, el ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, dijo a sus pares que todavía era demasiado pronto como para concluir si el atropello había sido un ataque extremista con ramificaciones políticas o religiosas, nacionales o internacionales.
La embestida ocurrió hacia las 13:30 locales, cuando una furgoneta blanca se subió a una vereda cerca de una esquina y condujo una cuadra a unos 60 o 70 kilómetros por hora, chocando todo a su paso, según testigos. Tras atropellar a un grupo de peatones, la vereda quedó manchada con sangre e imágenes de la cadena de noticias local CBC mostraron cómo varias personas eran atendidas en la acera en las inmediaciones de la salida de una estación de subte.
La furgoneta subió el cordón y atropelló a la gente sobre la vereda, explicó la oficial y vocera policial Jenifferjit Sidhu a CBC. Más tarde, un video, al parecer grabado con un celular y difundido por varios medios locales, mostró a la policía en el momento en que detuvo al conductor, quien vestía ropa oscura. El video comienza con el hombre apuntando a un policía con un objeto que sostiene en su mano derecha, que no parece ser un arma. El agente, a su vez, lo apunta con su pistola hasta que el hombre cede y se da la vuelta con sus brazos en alto. Aparentemente, el detenido gritaba al policía: “¡Matame, matame, pegame un balazo en la cabeza!”. Finalmente, varios policías lo esposan y lo arrojan dentro de un patrullero.
El incidente conmocionó al país y el primer ministro Justin Trudeau fue uno de los primeros en expresar sus condolencias. “Nuestros corazones están con todos los afectados”, dijo Trudeau ante la Cámara de los Comunes del Parlamento canadiense. Hasta anoche, la información oficial era poca. Sin embargo, varios testigos contaron lo que vieron.
Jamie Eopni, por ejemplo, dijo a CP24 que estaba dentro de una cafetería cuando vio a la furgoneta avanzando por Yonge Street. “Se estaba
chocando todo. Destruyó un banco. Si hubiese habido alguien habría sido atropellado en la vereda”, contó Eopni. “Chocaba contra los postes. No parecía importarle adónde iba o qué estaba haciendo”, agregó.
Según dijo uno de los testigos, Amir Bahmeyeh, al diario local Toronto
Star, la camioneta se movió en zigzag sobre la acera. Él mismo vio como atropelló a cinco o seis personas. “Vi volar a un anciano por los aires”, dijo Bahmeyeh. La gente gritaba pidiendo socorro.
La zona afectada, North York, está en el norte de Toronto. Antes, en los años ‘90, era parte de otro distrito vecino. De día, esta zona suele estar muy animada por sus numerosas tiendas y restaurantes. Hasta ahora, Canadá se ha visto exento de los grandes ataques islamistas que han golpeado a otras potencias occidentales, aunque no ha sido completamente inmune a estos hechos de violencia.
En octubre pasado, un hombre apuñaló a un policía en la ciudad de Edmonton, en el oeste del país, antes de atropellar a varios peatones con una furgoneta y herir a cuatro personas. En marzo de 2016, un canadiense que simpatizaba con el islamismo radical atacó a cuchilladas a dos soldados en un centro de reclutamiento militar en Toronto. Y en Québec, en octubre de 2014, un canadiense arrolló a dos soldados con su auto en un estacionamiento y mató a uno de ellos. Dos días después, otro canadiense mató a tiros a un soldado que custodiaba el memorial para los caídos en combate, cerca del Parlamento.