El presidente Abdo Benítez tendrá un Senado complicado en Paraguay
El electo presidente de Paraguay, el colorado Mario Abdo Benítez, atravesó ayer su primera jornada postelectoral sin el reconocimiento formal a su triunfo de la opositora alianza Ganar y con la mirada puesta en el reparto de bancas en el Senado, clave para las iniciativas que impulse el Ejecutivo, y que parecía encaminarse a un reparto en el que el oficialismo no tendría mayoría propia.
Ganar, la coalición que juntó al Par- tido Liberal (PLRA) y al Frente Guasú, entre otra decena de fuerzas, anunció que esperaría el conteo total de votos para reconocer el triunfo del Partido Colorado, aunque su candidato, Efraín Alegre, dijo que confiaba plenamente en la justicia electoral.
El recuento quedó clavado en el 99,67% de los votos, con una diferencia de más de tres puntos a favor del oficialismo, la menor ventaja en un triunfo colorado desde el fin de la dictadura de Alfredo Stroessner. En 1998, la Asociación Republicana Nacional (ANR, nombre oficial del coloradismo) sumó un 53,8% sobre 42,6% de la alianza de entonces entre el PLRA y el Encuentro Nacional; en el 2003 fue de un 37,14% sobre un 23,95% de los liberales, y 5 años después se dio la histórica caída del Partido Colorado a manos de la Alianza Patriótica para el Cambio: 41% de los votos sobre 31.
Según el último dato oficial, el colorado Abdo Benítez superaba al liberal Alegre con 1.205.310 sufragios (46,6%) contra 1.109.309 (42,7%), y se contabilizaron 71.821 votos nulos y 62.052 votos en blanco, con un nivel de participación que fue del 61,40% del total del padrón.
Por otra parte, el titular del Tribunal Electoral, Jaime Bestard, explicó que aunque hubo reclamos para que se avance en los números de los comicios de Diputados y del Senado, recién “en los próximos días” se empezará a dar detalles sobre la futura composición de las dos cámaras.
Los números extraoficiales que circulan, no obstante, muestran que el oficialismo no lograría mayoría propia en el Senado, por lejos la cámara más importante del Congreso local, que a partir de su renovación, además, tendrá sentados a tres expresidentes: Fernando Lugo, Nicanor Duarte Frutos y Horacio Cartes.
La cuestión de la mayoría es clave, porque toda la oposición unida podría impedir la jura de Cartes y Duar- te Frutos, amparada en que la Constitución reserva a los ex mandatarios una banca vitalicia sin voto. Los dos lograron ser candidatos a una plaza “activa” a partir de un fallo judicial.
Versiones de medios asunceños le daban a los colorados 18 bancas, 13 al PLRA, 7 al Frente Guasú y dejaban las otras 7 en disputas entre Encuentro Nacional, los demoprogresistas, los democristianos, Unace -que pareció resucitar con la postulación del ganadero Fidel Zavala- y Hagamos.
Donde sí festejó con contundencia el Partido Colorado fue en la pelea por las gobernaciones: se quedó con 13 de los 17 departamentos y en esa contundencia recuperó el Central, considerado el distrito clave, porque aporta cerca del 30 por ciento del electorado. Los liberales sólo se anotaron victorias en Caaguazú, Concepción, Amambay y Cordillera. ■