Compañeros y rivales elogian a Ginóbili y a ninguno le sorprendería si sigue jugando
Consultados por Clarín, los jugadores y los entrenadores de San Antonio y de Golden State coinciden en la vigencia de Manu a los 40 años. ¿Será el de hoy su último partido?.
El tiempo, ese que les gana a todos sin importar cuánta batalla se le presente, está por estas horas en un fuerte duelo contra un rival que se le planta cara a cara. Y que tiene el arma más peligrosa: la falta de miedo. Emanuel Ginóbili probablemente sepa que esta guerra lo encontrará en algún rincón, en algún momento, como perdedor. Porque así es la vida, en defi- nitiva. Pero mientras tanto hará que el tiempo sufra. Le hará pagar cada minuto de este mano a mano. Esa filosofía, más allá de su inoxidable juego, hacen que se lo quiera y respete tanto en el básquetbol mundial y en la NBA en particular.
Por eso es que, consultados por Clarín, los jugadores y los entrenadores de San Antonio y de Golden State abundan en elogios hacia el bahiense y ninguno se sorprendería si Manu decide cumplir su contrato y jugar un año más en la mejor liga.
Juntos recorrieron un largo camino en Italia y, como si se tratara de una concesión del tiempo a la jerarquía de su rival, Ginóbili -aunque en tristes circunstancias, por la ausencia de Gregg Popovich ante la muerte de su esposa- pudo ser dirigido por Ettore Messina, el mismo que lo había hecho crecer en Bologna. Y el entrenador no oculta ni un gramo de su felicidad: “Me alegra tanto lo que le pasa. Tanto. Se merece todo lo que le sucede en su carrera y en la vida. Me hace muy feliz y creo que todos, in- cluso sus rivales, están felices por él. Es una persona extraordinaria”.
Las palabras de Shaun Livingston, uno de los mejores bases suplentes de la NBA, parecen darle la razón al europeo. El jugador de Golden State es categórico al reflexionar sobre Ginóbili y elogioso pese a tenerlo en la vereda de enfrente. Porque lo cortés no quita lo valiente. “Fue puro corazón y aguante. Así es él. Se carga a los Spurs en la espalda en los momentos más importantes y nunca tiene miedo”, dijo después de los 16 puntos hechos por el bahiense el domingo.
Kevin Durant, con cara de pocos amigos, es seco al responder, pero lo hace por cortesía. “Llegó al aro, tiró triples, hizo jugadas... Jugó bárbaro”, dijo parco. Pocos lo complican más que el ídolo de los Spurs.
Draymond Green no es de los que elogian rivales. Perdió ante un Ginóbili que manejó los hilos, que le metió un doble girando de espaldas y dejándolo fuera de acción y no se permitirá acrecentar el orgullo del contrincante. Pero, no sin sorpresa, dirá: “(Jugar un año más) será su decisión, pero sin dudas es un gran jugador que ha hecho una estupenda carrera”. La admiración va por dentro.
En el vestuario de San Antonio, Rudy Gay descarta plenamente que la posibilidad de que el quinto partido -hoy a las 23.30 de la Argentina- se trate del último partido de Ginóbili. Por una sola razón: “Muchachos, cuando lo ven a Manu ahí en la cancha, ¿de verdad están pensando que se va a retirar? Él no juega así, entonces nosotros ni lo pensamos”.
El que sí lo piensa es Steve Kerr, el entrenador de los Warriors y ex compañero de Ginóbili en los Spurs campeones en 2003. Pero se permite una humorada con una buena dosis de sentimiento verdadero: “¿Si debería volver para jugar un año más? Debería volver para jugar dos. Cuando metió ese triple al lado de nuestro banco, sólo pude reír. Es tan típico de él. Es lo que él hace. Y yo sé qué tan viejo
es, porque yo jugué con él y soy más viejo que el polvo”.
A falta de Kawhi Leonard, ausente por mucho más que una lesión, LaMarcus Aldridge es el anotador de los Spurs. Y el pivote reconoce el aporte de su compañero, pese a que él también fue determinante en la victoria del domingo. “Manu es Manu. Es el más competitivo, es quien logra que las cosas pasen. No renuncia nunca y sin dudas hizo algunos tiros y jugadas increíbles”, comentó.
El español Pau Gasol también fue campeón de la NBA y es otro de los viejitos, pero su aporte es diferente al de Manu. Y no se le caen los anillos para reconocerlo. “No es nuevo, pero es destacable que tenga esa pasión y ganas de competir a esta altura de su carrera. Es algo admirable y que nos da orgullo como equipo, como hinchas -sintetizó-. Trae su espíritu, el orgullo, la competitividad y eso es algo que tuvo durante toda su carrera, pero lo sigue aportando durante cada segundo que está en la cancha”.
San Francisco, donde se hospedan los Spurs, y Oakland -donde se ubica el Oracle Arena- recibirán a San Antonio una vez más. Y el periodista Anthony Slater, quien cubre la actualidad de los campeones, escribió un extenso artículo en “The Athletic”, titulado “Una oda a Manu: los Warriors piensan sus recuerdos favoritos de la leyenda de los Spurs Manu Ginóbili”. Cuenta también una anécdota de Kerr ocurrida en la serie de playoffs del año pasado: el entrenador, antes de ir a celebrar con sus jugadores el pase a una nueva final de la NBA, se fue rápidamente por el túnel a buscar al número 20.
Zaza Pachulia, uno de los “chicos malos” de Golden State, reconoció: “Nunca había visto un zurdo que lo tuviera todo”. Y Quinn Cook, que en 2003 tenía 10 años y era fanático de los Lakers, recuerda cómo Ginóbili destrozó sus sueños de seguir festejando los títulos de Kobe Bryant. “Siempre nos liquidaba. Me acuerdo que lloré cuando nos ganó”, dijo.
No será la última vez que alguien derrame lágrimas por Emanuel Ginóbili. Ni la última vez que su nombre se inunde con elogios. Incluso de sus pares y de los entrenadores, que lo siguen viendo en las canchas. ■
¿Si Manu debería jugar un año más? ¡Debería volver para jugar dos años! Y eso que yo sé qué tan viejo es porque jugué con él y yo soy más viejo que el polvo”. Steve Kerr, DT de los Warriors