Clarín

Aprender del error para superarse

- Sabrina Díaz Virzi sdiazvirzi@clarin.com

Hace una década J. K. Rowling dio un discurso de graduación en la Universida­d de Harvard donde, el día que se celebraba el éxito académico de un grupo de alumnos, eligió darle un lugar a los fracasos. Sus palabras resonaron entonces, en 2015 se editó un libro con el texto en inglés y por estos días lanzan en nuestro país Vivir bien la vida (Salamandra), con el discurso en español. Para ella, el valor de su fracaso fue tan crucial que, "si hubiera tenido éxito en cualquier otra cosa, tal vez nunca hubiera encontrado la determinac­ión para tener éxito en la única arena a la que creía realmente pertenecer". Su período más oscuro le permitió -como dice- enfocarse únicamente en lo esencial y, sobre todo, liberarse. Porque su mayor temor se había concretado (había fracasado) y ella aun estaba viva. ¿Cómo entendemos los propios errores?

Hace tres años comenzó a hacerse la versión argentina de FuckUp Nights, donde oradores de distintos ámbitos contaban en público, de modo descontrac­turado, sus fracasos y lo que habían aprendido a partir de ahí. Alejandra Marcote y Hernán Schuster, organizado­res del evento en clave nacional, cuentan a Clarín que al comienzo fue difícil encontrar personas que quisieran develar su costado oscuro, o poco feliz, frente a un auditorio, pero que tiempo después se sorprendie­ron al encontrar completas cada vez más y más solicitude­s para subirse al escenario.

Este año ambos decidieron dar por concluida la etapa FuckUp e iniciaron proyectos por separado, pero con un eje común: la resignific­ación del error. Marcote se enfoca en Aprender del error, una propuesta de consultorí­a, entrenamie­nto y eventos enfocados en la transforma­ción cultural y el aprendizaj­e, y Schuster lanzó OOPS! Otra Oportunida­d Para Superarse!, un ciclo de eventos en los que las charlas sobre los errores se coronan con una historia de éxito. "Porque éxito y fracaso son dos caras de la misma moneda y el fracaso nos da una nueva chance para poder aprender, ajustar lo necesario, y hacer las cosas mejor", asegura Hernán.

Las creencias y aprendizaj­es adquiridos durante la infancia, coinciden ambos, parecen ser una de las principale­s "explicacio­nes" para que sintamos esta aversión al error. Marcote -contadora y especialis­ta en cambio organizaci­onal- dice: "El miedo es la percepción de que no contamos con los recursos suficiente­s ante un desafío; y sentimos que, si fracasamos, posiblemen­te no sabremos cómo transitar ese camino, esencialme­nte emocional".

A las mujeres este miedo -alimentado a nivel general por la sobrevalo- ración del éxito, entre otras razones- nos resuena de una forma particular, "ya desde pequeñas, no estamos amigadas con la idea de tomar riesgos. Somos educadas para ser prolijas y organizada­s, estar impecables y con todo bajo control, mientras que a los hombres se les celebra que tomen riesgos", explica Alejandra, con formación en género y emprendedo­rismo femenino. Sumado a esto, entra en juego la autoexigen­cia ligada a los estereotip­os sociales: "Tratamos de ser 'perfectas' y somos exigentes en lo personal y en lo laboral. Nos ponemos una gran cantidad de expectativ­as e, incluso, tomamos las que nuestro círculo cercano deposita en nosotras. Queremos ser excelentes profesiona­les, llegar al hogar y que todo funcione perfecto, además de estar a tono con los estereotip­os de belleza", dice Marcote, quien para recabar más material sobre el tema, lanzó una encuesta que busca conocer las sensacione­s y motivacion­es asociadas a esto.

“Las mujeres no estamos amigadas con la idea de tomar riesgos”.

A la hora de pensar en estrategia­s para afrontar mejor esta situación, Marcote destaca la importanci­a de tomar responsabi­lidad por lo que hacemos ya que, si les asignamos a los otros la culpa por lo que no salió como queríamos, difícilmen­te podamos usar lo que vivimos para aprender y mejorar. Es decir, no somos capaces de hacer autocrític­a.

Schuster -también CEO de Spiquers- señala que "casi todos los emprendedo­res exitosos también se pegaron algunos palos en su carrera" y que, solo al normalizar el fracaso, podemos trabajar sobre él: "Ukemi es un concepto de las artes marciales que significa 'aprender a caer', y se utiliza para evitar lesiones. Llevado al mundo emprendedo­r, cuando podemos aprender a caer, aprendemos a levantarno­s luego de la caída. Así, el fracaso se convierte en una oportunida­d para hacer las cosas mejor, más inteligent­emente, y poder llegar a triunfar. El fracaso se convierte en un paso más en el camino al éxito".

Como dice la creadora de Harry Potter, "es imposible vivir sin fallar en algo". La voluntad y la disciplina que se desarrolla­n a partir de las caídas son también una forma de crecer. ■

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