Propone a los profesores que usen otras formas de enseñar
Estamos todos, o sólo aquellos cuerdos y con dos dedos de frente, de acuerdo en que la educación es el principal motor de nuestro pensamiento, es lo que le dará un futuro a la raza humana, es lo que permite que los jóvenes del siglo XXI puedan desarrollarse y aprender a pensar por sí mismos.
Pero, siendo yo un estudiante de secundaria, con 16 años de edad, me atrevo a decir que estoy muy triste con la educación que existe y con la que se generalizó. No me parece correcto en absoluto que entremos a clase, debamos me- morizar un texto o varias operaciones para simplemente ser puntuados con un simple número. Si, leyeron bien, un simple número parece determinar el grado de inteligencia. Extraño, ¿verdad?
Cada día me asombra más la poca interacción que hay entre el alumno y el profesor, es como si hubiera una frívola pared. Es como si quisiéramos expresar lo que sentimos pero no, los profesores no pueden “alejarse del temario”. Es como si deseáramos explorar los temas, pero no podemos porque lo que pensamos o decimos se censura o se aleja de los “límites”. Es increíble que todos y cada uno de los adolescentes estén esperando la hora de salida del colegio, que no demuestren ni un mínimo de interés por el aprendizaje. Hay algo que no está funcionando correctamente.
Propongo que los profesores sean más abiertos, que propongan nuevas e innovadoras formas de enseñanza para así captar la atención de todos los alumnos. Porque estamos todos, o casi todos de acuerdo en que la enseñanza y el aprendizaje de los jóvenes, es el futuro de todos nosotros.
Nicolás Oñate nico02060@gmail.com