El increíble recorrido de Armani hasta que se adueñó del arco de River
Hizo inferiores en Central Córdoba de Rosario. Y pasó por Estudiantes de La Plata, Ferro y Deportivo Merlo.
Franco Armani buscará superar esta noche en el encuentro contra Emelec dos marcas de Angel Comizzo si mantiene la valla invicta todo el partido, ya que alcanzará los 620 minutos sin recibir goles. Las rachas de Comizzo sin recibir goles ocurrieron en 1989 (566 minutos) y en 2002 (559). Vive un sueño el guardameta millonario. Pero antes de llegar a este momento, hay una historia de superación detrás suyo. Y a pedido de Clarín, Oscar Torres (Casilda), Felipe De la Riva (Deportivo Merlo), Sergio Escobar y Juan Carlos Osorio (Nacional de Medellín), cuatro técnicos que tuvo en su carrera futbolístico, la reconstruyen.
Los comienzos en Casilda
Armani se inició en el baby fútbol de Aprendices Casildenses- Y su primer entrenador fue Oscar Torres. También lo dirigió cuando Franco ya era adolescente en Alumni de Casilda. “Le veo lo mismo que hace ahora. A mí no me sorprende para nada lo que está atajando. Hay que tirarle con una ametralladora para hacerle un gol. Cuando lo dirigí lo eligieron como el mejor arquero de la Liga (de Casilda) con 16 años”, afirmó Torres. Y siguió: “Franco no fue bien observado. Si lo hubieran seguido mejor, habría tenido su chance antes. Tiene que estar en la Selección, no caben dudas”.
El click en el Ascenso
Tras destacarse en la Liga de Casilda y pasar por las Inferiores de Central Córdoba de Rosario, Armani quedó en Estudiantes de La Plata. Sin embargo no lo tuvieron en cuenta. Se fue a préstamo a Ferro, donde apenas jugó un encuentro oficial. Lo hizo debutar Carlos Trullet en la B Nacional. No fue una buena experiencia: derrota 4-0 ante Atlético de Rafaela, el 13 de abril de 2008. No tenía lugar en el equipo de Caballito. Y aparecieron Felipe De la Riva y Deportivo Merlo. “No teníamos arquero ni plata. Fuimos a buscar al segundo arquero de Ferro, Fernando Otarola, pero todos nos hablaban muy bien del tercero, que era Armani. Lo llamé y le dije que necesitaba un arquero, pero que no había mucha plata. Me dijo que él quería atajar. Lo cité para un amistoso contra Español. La rompió y se ganó el puesto”, le contó a este diario De la Riva (actual técnico de Villa Dálmine) quien en ese momento dirigía a Deportivo Merlo, en la B Metropolitana. Armani conservó la valla menos vencida de esa temporada (2008/09) en la B y logró ascender a la B Nacional. De la Riva no se sorprende de lo que está viendo: “Siempre fue un monstruo. Era un animal (sic). Le dije que iba a ser el arquero de la Selección”. El salto a Colombia
Enero de 2010. Hindú Club. Atlético Nacional de Medellín estaba de gira por la Argentina y jugó un amistoso contra Merlo a partir del contacto de uno de sus gerenciadores, Alejandro Lipara. Armani tuvo una buena actuación y llamó la atención de Norberto Peluffo, Director Deportivo de Nacional de Medellín. Luego, se lo prestaron para otro amistoso ya que los dos arqueros que había traído Nacional estaban lastimados. Seis meses después Nacional lo contrató. El camino a la gloria
Arrancó con espinas en Colombia y a los seis meses, Armani quería volverse. No atajaba. Llegó Santiago Escobar y, al menos, empezó a jugar en la Copa Colombia, ya que en los partidos de Liga lo hacía otro argentino, Gastón Pezzuti (ex Racing), quien andaba muy bien. “Le fue difícil a Franco. Cuando yo llegué, Pezzuti estaba en un gran momento. Pero, con paciencia, y profesionalismo esperó su chance. Era de los primeros en llegar y el último en irse”, dijo Escobar (hoy DT de Universidad Católica de Ecuador) a Clarín.
Armani quería volverse. Llegó Juan Carlos Osorio y le dijo que le iba a dar un partido antes de decidir. Franco se rompió los ligamentos cruzados y tuvo que quedarse. Después de esa lesión, como por obra y magia del destino o de Dios (al que Armani se aferró todo cambió. Una “canalizadora de ángeles” le anticipó que su gloria arrancaría “entre los 28 y 29 años”. Osorio (actual DT de la Selección de México) contó: “Le di la titularidad a Armani porque era muy bueno, muy ágil y tenía futuro de selección”. Y no paró hasta ser campeón, figura e ídolo. ■