¿Y ahora qué, Manu?
Quienes comenzaron a seguir la NBA recién cuando él debutó el 29 de octubre de 2002. Quienes han trasnochado en la Argentina durante 16 años, postergando salidas con amigos o negociando el control remoto con sus parejas... hasta que los amigos y las parejas también se sumaron como espectadores. Quienes jamás imaginaron ser testigos de algo igual en sus vidas. Todos los que vieron irse a Emanuel Ginóbili después de la eliminación se hacen la misma pregunta: “¿Y ahora qué, Manu?”
¿Y ahora qué será de su futuro? ¿Y ahora qué será de los espectadores si decide retirarse? Sobre todo de los consumidores nacionales, ya que de no jugar más Manu, no verán más argentinos en la NBA. Al menos por ahora...
Antes de esta temporada se había tomado mucho tiempo para decidir, porque recién lo comunicó vía Twitter el 19 de julio de 2017. La decisión está en sus manos, porque el vínculo de 5 millones de dólares por dos años está vigente. Sólo se cortaría en caso del retiro y no por resolución de la franquicia, donde lo aman desde el manager hasta los acomodadores del estadio AT&T Center.
No hay por qué sugerir, imaginar o (mucho peor) inventar que Manu tiene en claro si jugará la temporada 2018-2019 con 41 años. Lo más importante es que está sano, jugó a un nivel superior del que se esperaba, siguió siendo el líder emocional del vestuario y asombró hasta a Popovich.
Este Manu no es el mismo que llegó a la NBA a los 25 años, pero quién pudiera jugar como él a los 41 en la liga más competitiva del mundo. En la faz deportiva, con Tony Parker en sus últimos días de contrato, con la incertidumbre de saber qué pasará con Kawhi Leonard (los Spurs dudan en ofrecerle los 219 millones de dólares por cinco años con que se lo iban a asegurar) y con la certeza de lo que costó llegar a estos playoffs, los Spurs viven los últimos vestigios de una dinastía que terminó con el adiós de Tim Duncan.
Pero hay una diferencia sustancial: el duro golpe recibido por Popovich con la muerte de su esposa Erin. ¿Se irá el argentino con su entrenador en carne viva?
Terminó la temporada para Emanuel Ginóbili. Cuando charle con Marianela Oroño, su esposa y factótum de su estabilidad emocional y afectiva, llegará la decisión: continuar con el segundo año de contrato o retirarse.
¿Y ahora qué, Manu?