La industria local de videojuegos, bajo la lupa en Campus Party
En Campus Party, el evento tecno que se realiza en Tecnópolis hasta mañana, ayer fue la jornada de los videojuegos. Expositores de empresas y especialistas en marketing del sector, dieron charlas sobre el tema que dejaron datos relevantes.
“Argentina no entiende el mercado”, concluyó Alejandro Scrivano, fundador de Gamedia y especialista en marketing de videojuegos, quien presentó una investigación.
El ejemplo que utilizó para retratar los problemas de la industria local fue el videojuego Goat Simulator, donde una cabra se encarga de “lamer cosas” y destruir todo lo que se le cru- za por su paso. El éxito de este título independiente, lanzado en abril de 2014, se caracterizó por aceptar sus errores de programación como parte principal de la “jugabilidad”. Tras apenas dos meses de desarrollo, su éxito se vio reflejado en los 12 millones de dólares que recaudó. “Era un juego bobo, simple y que solo sirve para divertirse”, admite Scrivano.
Sin embargo, los desarrolladores de Argentina están lejos de un Goat Simulator. “En la actualidad hay unos 350 juegos argentinos independientes, pero la mayoría no venden bien. Y los plazos de tiempo son un condicionante: los estudios locales pueden llegar a invertir dos años de trabajo para que finalmente el proyecto no de réditos”, señalo Scrivano.
Según datos de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos, la industria local viene en ascenso desde el 2013 cuando registraron una facturación anual de 300 millones de pesos hasta lograr recaudar 500 millones a fines de 2017. “Una de dos, o la industria se estancó realmente o los datos son falsos”, señaló Scrivano.
En otra sala, las críticas llegaron a las competencias profesionales en videojuegos, conocidas como eSports. “El gran problema en el país es la brecha tecnológica. Cada vez hay más gente que no puede comprar buenas máquinas y tener buena conectividad para poder desarrollarse como jugadores de eSports”, dijo César Vidal Scasso, presidente de la Asociación de Deportes Electrónicos y Electromecánicos.
Entre las figuras de la segunda jornada de Campus Party, de la cual Clarín es media partner, se destacó la presencia de Jon Maddog Hall, Director Ejecutivo de Linux y campusero de corazón, quién explicó cómo programar para el siglo 21. “Todos deberían entender, al menos, de lo que es capaz una computadora, no tienen que ser programadores, pero deberían escribir un programa simple para comprender que una computadora es realmente estúpida y se le debe decir qué es lo que debe hacer.” ■