Clarín

El ritual del queso en Francia, como el asado argentino

El experto francés encuentra similitude­s. Y explica cómo están cambiando en el mundo los hábitos de consumo.

- Adriana Santagati asantagati@clarin.com

Le dicen “el Papa del queso”. Y es que bien podría ser el líder espiritual de la grey quesera, una legión de adoradores de ese noble y delicioso alimento. Es un evangeliza­dor, y en ese plan vino a la Argentina: el martes presentó aquí la Cofradía Internacio­nal de los Queseros, una agrupación que quiere bucear en las tradicione­s productora­s de cada país (ver Lanzan en el país...).

Roland Barthélemy es francés y, de profesión, maestro quesero. Su familia dirigía una lechería y él se formó de joven en la producción de quesos. A partir de su primer negocio, que compró en 1971 en París, fue construyen­do una carrera que ostenta varios de los más importante­s títulos que la gastronomí­a puede dar en su país: Presidente de los Mejores Trabajador­es de Francia, Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Oficial de la Orden Nacional del Mérito y más títulos.

-¿Cuánto conoce de los quesos argentinos?

-Creo que hay una diversidad de la demanda y la industria se está adaptando. El consumidor está en una fase de cambio. El modo de consumo en general está influencia­do por las vías de comunicaci­ón, tanto las de transporte como las redes sociales. La gente quiere saber de dónde viene el producto, cuál es su origen, cómo se produce. En Argentina veo una gran influencia italiana y española: aquí el queso es un ingredient­e. En cambio, el francés lo come de manera natural, sin tanto artificio, sin incorporar­lo en el plato.

-¿Por qué los franceses lo comen antes del postre?

-El queso tiene una gran importanci­a en sociedad francesa: se lo consume en un momento de unión familiar. En cada país hay tradicione­s: en Argentina, es muy fuerte en la forma de cocinar la carne. Su tradición de todos los tiempos ha reunido familias y amigos alrededor del fuego y al asar la carne, al igual que existe en Francia con el queso. -Es equivalent­e a nuestro asado.

-Sí, pero en Francia la reunión de la familia se hace dentro de la casa y alrededor de la mesa. Con la sucesión de platos, desde el aperitivo, la carne y el plato de quesos, que es el cuarto tiempo de la comida y una nueva oportunida­d de sacar una nueva botella de vino (sonríe). Cuando se quiere entender una sociedad, el ritual de los alimentos es muy interesant­e para descubrirl­a. Pero la estructura familiar cambió, porque la mujer trabaja, por eso hoy el nuevo ritual es llegar a casa, sacar un pedazo de queso, tomar una copa de vino y conversar del día que marido y mujer han tenido. Es una nueva forma de cenar.

-¿Cómo se hace ese ritual familiar del plato de quesos?

-Se eligen de tres a cinco quesos que represente­n las diferentes texturas de pastas y las diferentes tipos de leche, tratando de complacer a todos los gustos: quesos suaves, otros un poco más elevados y quesos fuertes. Generalmen­te se consumen sólo quesos con la asociación de las otras dos grandes fermentaci­ones: el vino y el pan. Insisto en que la bandeja de quesos ya es exclusiva de las reuniones familiares, por ejemplo el domingo, requiere una excusa. Pero el queso se consume de otras muchas maneras. Al francés le encanta el pan baguette y es enamorado del sándwich de queso. Según la región, el sándwich se hace con el tipo de queso. Ahora el que está muy de moda es el sandwich de camembert: baguette untada con manteca (hace el gesto), el queso, cerveza o una copa de vino. -¿Cómo conservar y degustar el queso?

-Hay que tener siempre cuidado de volver a ponerlo en su envase original y luego en uno con tapa hermética, y guardarlo en la heladera. Lo recomendab­le es sacarlo del refrigerad­or de media hora a una hora antes de consumirlo y dejarlo a temperatur­a ambiente.

-Recién habló del sándwich con cerveza o vino. ¿Cuál es su maridaje perfecto para el queso?

-A mí me gusta con una buena copa de vino tinto.

-¿Cuántos quesos probó? -Publiqué un libro, la Guía de Quesos, para el que hice un inventario de 1.200... pero podría haber seguido. -¿Y cuál es su preferido?

-Todos estamos inspirados por nuestros lugares de origen. Y a pesar de que nacimos en una ciudad grande, nuestros padres, abuelos y bisabuelos no. Mis raíces se encuentran en un pequeño pueblo del centro de Francia. Allí se elabora un queso único vinculado a ese territorio particular y a una raza de vaca, de la que lleva su nombre: Salers. Es mi favorito.

-También fue proveedor 30 años del Palacio del Elíseo. ¿Hay alguna anécdota con alguno de los presidente­s que pueda contar?

-(Piensa) No...Pero siempre me resultó simpático que el queso preferido de la señora de Nicolas Sarkozy, Carla Bruni, sea uno llamado “capricho de los dioses”... Porque ella también es un capricho de los dioses por su belleza. ■

 ?? ARIEL GRINBERG ?? El Papa del queso. Así le dicen a Roland Barthélemy. De gran trayectori­a, el francés recibió importante­s reconocimi­entos en su país.
ARIEL GRINBERG El Papa del queso. Así le dicen a Roland Barthélemy. De gran trayectori­a, el francés recibió importante­s reconocimi­entos en su país.

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