El mejor aliado de Messi dijo adiós
ANDRÉS INIESTA
Deja el Barcelona a los 33 años para irse al fútbol chino. Un estratega genial que brilló junto a Lionel.
Lo confesó varias veces y hasta lo contó por escrito: la primera noche en la que durmió en La Masía, Andrés Iniesta lloró sin consuelo. Se sentía incómodo, mal, solo. Quería despertarse y volver a Fuentealbilla, ese breve rincón de La Mancha en el que nació. Su lugar en el mundo, con menos de dos mil habitantes y con un saludo a cada paso. Quería escuchar la voz de su abuelo, que también se llama Andrés Iniesta. Esa voz, la de su primer hincha. Más allá del llanto inicial, Andrés siguió allí, en Barcelona. Pronto demostró lo que era: un crack. Más tarde alcanzó dimensión universal. Ayer, luego de 22 años, 31 títulos y millones de pases precisos y preciosos anunció que su ciclo de maravillas en el Barcelona concluirá al final de la actual temporada.
Le puso palabras a su despedida: “Después de 22 años aquí, sé lo que significa ser jugador de este equipo. Para mí el mejor equipo del mundo. Sé lo que significa jugar aquí en todos los sentidos. Sé lo que significa la responsabilidad de ser capitán de este club. Por lo tanto, siendo honesto conmigo y con este club, siento que mi etapa acaba este año”.
Esta vez tenía unas lágrimas distintas a las de aquella noche de niño en La Masía. Eran las lágrimas que contaban un recorrido, que se ofrecían como tributo y agradecimiento para todos los que lo acompañaron hasta esta conferencia en el auditorio de la Ciudad Deportiva. Estaban casi todos sus compañeros del plantel; también el cuerpo técnico. Sorprendieron dos ausencias: Lionel Messi -el mejor de sus socios- y Luis Suárez. “Motivos personales”, informó el club oficialmente. El argentino, junto a su esposa Antonella y sus tres hijos, tenía turno para renovar los pasaportes.
Siguió Andrés con sus palabras: “Entiendo que en el futuro más cercano no podría darle lo mejor de mí tanto en lo físico como en lo mental. La forma de terminar es esta: sintiéndome útil, titular, ganando títulos”.
A un mes de cumplir los 34 años, el jugador prefirió no dar detalles de cómo continuará su carrera pero todo indica que será en el Chongqing Dangdai de la liga China. Trascendió la cifra que cobrará: 180 millones de euros por tres temporadas.
En su contrato millonario se incluye también un negocio en el que Iniesta puso sus pies de mago: el de los vinos. Bodega Iniesta factura más de dos millones de euros anuales, aunque -cuentan- tiene dificultades de rentabilidad. Entienden que su desembarco en el mercado chino -con sus 1.400 millones de habitantes- le dará impulso.
Contó sus sensaciones, más allá de las cifras y de los negocios:
“Decir adiós a lo que es mi casa y mi vida es muy complicado. Entiendo que por naturaleza y por ley de vida que lo que viene de acá en adelante es muy complicado. Esta es mi decisión, quería hacerla pública y poco más”
Iniesta debutó en la Primera del Barcelona el 21 de diciembre de 2002 en el triunfo 4-0 contra Mallorca, por la Liga de España. Pasaron desde entonces hasta este anuncio 5.606 días. Disputó 669 partidos e hizo 57 goles. No paró de ganar: 456 triunfos, 128 empates, 85 derrotas.
En días recientes, la revista France Football se disculpó por un error: el de no haberle entregado el Balón de Oro. En 2010, el año en el que hizo campeón a España con su gol en la final del Mundial ante Holanda, quedó segundo, justo detrás de Messi y justo delante de su otro socio estupendo, Xavi Hernández. En 2012, finalizó tercero.
Lleva nueve años consecutivos en el Equipo del Año que elige la FIFA. El detalle de la elección es un síntoma: Iniesta marcó una era. Sólo lo superan el principal beneficiario de sus pases, Messi, y Cristiano.
No se quedó con cuentas pendientes en su paso por el Barcelona, club del que es capitán y del que será emblema perpetuo. Lo explicó: “Quiero agradecer al club y a la Masía, porque lo que soy hoy como jugador y persona en gran parte ha sido por ellos. A mis compañeros, a todos los que compartimos el día a día durante todos estos años. Me hacen ser mejor cada día. También a todos los aficionados que me han mostrado su cariño. Es algo increíble”.
El diario Mundo Deportivo, desde Barcelona, ofrece un título que define al peladito de Fuentealbilla: “El mejor referente de La Masía”. Él fue (y es), también, un perfecto representante de un modo de entender el deporte. Quizá porque Iniesta nunca dejó de ser aquel pequeñito que quería hacer feliz a su abuelo con su juego pueblerino y preferido, el fútbol. Su fútbol. ■