Trump recibió a Merkel con elogios, pero sin acuerdo en temas cruciales
La jefa de gobierno alemana dijo que el pacto con Irán “no es perfecto”, abriendo la puerta a algún cambio.
Hace varios meses había rechazado darle la mano ante los periodistas en el Salón Oval, pero esta vez se comportó como un caballero: la recibió en la puerta de la Casa Blanca, le estrechó la mano y le dio un par de besos en las mejillas. Pero más allá de esos gestos de normal cortesía, el presidente estadounidense Donald Trump y la canciller alemana Angela Merkel no lograron avances en los temas calientes que tenían que tratar como el pacto nuclear con Irán, la OTAN y la guerra comercial.
Trump recibió ayer a Merkel, que llegó a Washington por apenas unas horas para tratar de aproximar diferencias en temas urgentes como el acuerdo con Irán (que Trump debe ratificar o abandonar el 12 de mayo) y la dispensa provisoria a los aranceles a la importación de acero y aluminio desde la Unión Europea, que Merkel busca que sea definitiva.
En una conferencia de prensa tras la reunión, Trump calificó a la alemana como “una mujer extraordinaria”. Pero ambos líderes solo se limitaron a exponer ante los periodistas sus distintos puntos de vista, lo que mostró que no se logró avanzar en forma significativa en los temas cruciales. Algo parecido sucedió con el presidente francés Emmanuel Macron, que acaba de partir desde Washington tras una pomposa visita de Estado colmada de besos y abrazos, que terminó sin resultados concretos.
Con relación a Irán, Merkel pareció haber seguido el camino de Macron. El estadounidense y el francés hablaron de la necesidad de un “nuevo acuerdo”, una especie de agregado al firmado en 2015 entre EE.UU., Alemania, Francia, Gran Bretaña, Rusia, China e Irán y que Trump considera “desastroso” y amenaza con desechar para desesperación de los europeos. La jefa de gobierno alemana consideró “insuficiente” ese pacto y dijo que “no es perfecto”, aunque evitó mencionar si Alemania se retiraría de ese acuerdo si EE.UU. lo abandona.
Trump también fue elusivo ante las preguntas de los periodistas y evitó adelantar qué podrá ocurrir si se rompe el acuerdo con Irán, pero fue enfático: los iraníes “no harán armas nucleares. Pueden apostar a eso”.
En el tema comercial también hubo rispideces. Trump mencionó que Estados Unidos mantiene con la UE un déficit, “aunque sea difícil de creerlo, de 151.000 millones de dólares, incluyendo 50.000 millones de déficit anual en automóviles y autopartes”. Y remarcó: “Vamos a hacer que sea recíproco. Vamos a hacer que sea algo más justo, y pienso que al final todo el mundo estará muy contento”.
Merkel, que no destinó elogios a su colega, admitió que “el presidente (Trump) obviamente no está satisfecho con el lucro comercial. Ya hemos sido capaces de reducirlo, pero aún tenemos mucho por hacer”.
En marzo, Washington impuso fuertes aranceles a la importación de acero y aluminio aunque adoptó una dispensa temporaria para un grupo de países (entre ellos la Argentina) y la UE, que vence el 1 de mayo.
Al ser consultada si había recibido de Trump alguna promesa de que la exención sería mantenida, Merkel se limitó a decir: “Tuvimos un intercambio de puntos de vista”. Y agregó que “la decisión será del presidente”.
La situación de la OTAN fue otro punto de discordia. Trump criticó a Alemania y al resto de los aliados europeos por no contribuir con los gastos de la Alianza, una protesta recurrente del jefe de la Casa Blanca. ■