Más que un socio para Messi

Iniesta es la explicación más sencilla para entender la diferencia entre el Messi del Barcelona y el Messi de la Selección.

Juntos, Andrés y Leo ganaron casi todos los títulos en el Barça (serán 31 en común cuando le pongan el sello a la actual Liga; el español tiene uno más). Separados, Iniesta suma tres con España (un Mundial y dos Eurocopas) y Messi dos con Argentina (Mundial Sub 20 y Oro olímpico).

En términos sampaolísticos, Iniesta integra esa selecta raza de futbolistas que mejoran a los compañeros. En estos 14 años juntos (muchos con la ayuda también determinante de Xavi) hizo que la pelota le llegara limpia a Messi a la zona donde el rosarino es implacable, ahorrándole además exigencias de conducción. En la Selección, se sabe, no hay nada parecido desde que no están Verón o Riquelme.

Entender el juego y hacerlo todo fácil, es lo que hizo y hace Iniesta y que lo distancia del resto. Así como el Barcelona se hace llamar a sí mismo “más que un club”, a Andrés le vale el “más que un socio” de Messi y Compañía.

Al enano bendito de Fuentealbilla le supo tocar la varita mágica de la justicia poética del fútbol que hasta ahora no acarició tanto a Lionel. Y lo hizo dos veces: su gol al Chelsea en el minuto 93 de la semifinal de la Champions League de 2009 que encaminó al Barcelona hacia el título, y su gol a Holanda en el minuto 116 de la final del Mundial 2010 que le dio la Copa a España.

Nadie lo merecía más. Ahora el bueno de Andrés se lleva su juego y sus vinos a China y todos ya lo empezamos a lamentar, aunque antes jugará el Mundial de Rusia. Guardiola contó ayer que Iniesta le ayudó a entender el juego y Zidane dejó una definición que va más allá de las rivalidades: “Iniesta no es del Barça, es del fútbol”.

Sí. Barcelona y el fútbol lo van a extrañar. Y Messi también, tanto como ellos, tal vez más. ■

En la Selección no hay nada parecido a Iniesta desde que no están Verón o Riquelme.