El rearmado de los Spurs también pesará en lo que defina Ginóbili
San Antonio debe tomar muchas decisiones sobre su plantel y Manu estará muy atento a ellas.
Para los argentinos amantes del básquetbol, la continuidad de Emanuel Ginóbili será el tema a seguir con más expectativa hasta el inicio de la próxima temporada. Sin embargo, para San Antonio es sólo una de las múltiples incógnitas que asoman en el futuro cercano. ¿Cómo seguirá la vida de la franquicia más exitosa de los últimos 20 años en la NBA?
Ya se sabe que Manu descansará y evaluará en el próximo par de meses si continúa. Le queda el año final de contrato y él tiene la libertad para cumplirlo o no. Pero detrás del argentino hay muchos nombres cuya permanencia en el equipo no está garantizada.
Gregg Popovich sufrió el golpe más duro de su vida al perder a su compañera de más de cuatro décadas, Erin. Sin embargo, se presume que estará listo para regresar al trabajo y conducir al equipo por 22ª temporada.
Entre los jugadores, resulta más sencillo empezar por los que continuarán con seguridad, porque son los menos. LaMarcus Aldridge, llamado a ser el segundo hombre en importancia del equipo, se convirtió ante la ausencia de Kawhi Leonard en el líder dentro de la cancha. Le quedan tres campañas vestido de negro y plata. Patty Mills no faltó a ninguno de los 87 partidos que jugaron los Spurs en la temporada. Parece tener su lugar asegurado. Su vínculo, firmado a mediados del año pasado, dura hasta el fin de la temporada 2020/21. Y Pau Gasol tiene tres años más de contrato y ya avisó que su intención es continuar en la franquicia.
Pese a que su relación contractual finalizará en estos días, Tony Parker desea retornar para el próximo campus de entrenamientos. Deberá negociar un nuevo vínculo y acostumbrarse a no ser titular. Y Dejounte Murray, perimetral relevo que se fue ganando un lugar en el quinteto inicial, tiene su primer contrato, por lo que su continuidad no corre peligro.
¿Y Kawhi Leonard? Mientras el alero encaraba la recuperación de su lesión a principios de la campaña actual, la idea era ofrecerle una extensión en este receso. Como en 2020 puede convertirse en agente libre, tratándose de una de las mayores estrellas de la NBA, San Antonio pretendía asegurárselo con un contrato máximo de 5 años y 219 millones de dólares. Sin embargo, la poca claridad de su recuperación y los no pocos rumores de una ruptura con la franquicia hacen pensar en su salida.
Más allá de un rendimiento que está a años luz del que supo tener, Danny Green sigue siendo una pieza importante para el grupo. Y al igual que Rudy Gay, tendrán la opción de jugador. Si la rechazan, se convertirán en agentes libres sin restricciones, lo que les permitiría firmar con el equipo de su gusto. La misma suerte corre para el francés Joffrey Lauvergne.
Los agentes libres restringidos serán los jóvenes Kyle Anderson, Bryn Forbes y Davis Bertans. Pueden recibir ofertas de otras franquicias, pero San Antonio tiene la potestad de igualarla -si quiere- y conservarlos.
Las esquirlas de la duda llegan hasta la conducción de los Spurs: todavía se espera la resolución del divorcio entre el ex dueño, Peter Holt, y su esposa, Julianna Hawn Holt, quien está al mando desde 2016. Cuando explotó el conflicto, aseguraron que la franquicia no corría peligro, pero en ese delicado momento personal nadie se atreve a pronosticar categóricamente que esté todo solucionado.
Está claro: no sólo el futuro de Ginóbili es un signo de pregunta. Todo San Antonio está a las puertas de una posible renovación absoluta. ■