Clarín

Hubo dos muertos por el temporal y anuncian un mayo con tormentas

Destrozos por el clima en Capital y el Conurbano

- María Belén Etchenique metcheniqu­e@clarin.com Sigue en página 4

Un hombre de 42 años y su hijo de 19 murieron electrocut­ados en su casa de Caseros. Fue el saldo más dramático de una jornada con mucha lluvia y vientos de hasta 150 kilómetros por hora. Se volaron los techos de una escuela, un garage y una estación de servicio. Un gran cartel se desplomó sobre cuatro casas, la caída de árboles destrozó decenas de autos, hubo 665 evacuados y miles de hogares quedaron sin luz. La zona más afectada fue el oeste del Conurbano. Se pronostica­n temperatur­as más altas de lo normal hasta junio y lluvias intensas.

Tenía días de anuncios y alertas. Era la lluvia que prometía bajar la temperatur­a y la humedad, inéditas para abril. Pero que a lo largo de la semana, salvo excepcione­s como en La Plata y en el sur del Conurbano, se había comportado como una llovizna. Sin grandes modificaci­ones, ningún alivio para el calor. Hasta ayer a la madrugada, cuando se convirtió en un evento extremo, que incluyó dos muertos, voladuras de techos, centenares de árboles caídos, miles de usuarios sin luz y evacuacion­es. Y que, por los cambios en el clima, podría convertirs­e en un tipo de evento más frecuente.

La tormenta afectó a la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. A partir de las 3.30 del domingo lo que había empezado como inofensiva­s gotas de lluvia se convirtió en un temporal de viento, granizo y diluvio. El Servicio Meteorológ­ico Nacional informó que en un lapso de 24 horas cayeron 108 milímetros de agua en el área metropolit­ana, cuando se preveía que ese mismo número fuera el acumulado para la semana entera.

Tanta agua en tan poco tiempo, junto a vientos de hasta 150 kilómetros por hora, dejaron escenas de apocalipsi­s doméstico. El diluvio provocó la muerte de un padre y su hijo.

El domingo a la madrugada cuando cientos de miles de porteños y bonae- renses se levantaban de sus camas, alarmados por los truenos y relámpagos, y otros tantos salían a la calle en pijama para dejar sus autos bajo techo, a resguardo del granizo, Alejandro Paul Apud, de 42 años, fue hasta el fondo de su vivienda en la calle Cerro Juncal, en Caseros, para cerrar una puerta de chapa. Para ese momento su patio ya estaba inundado y bastó con que pusiera su mano en la puerta para quedar electrocut­ado. Sólo llegó a gritar. Su hijo, Ezequiel, de 19 años, quiso ayudarlo. Los dos murieron por la corriente.

Así lo graficaron la Policía, bomberos y médicos del SAME. La esposa de Alejandro y madre de Ezequiel fue asistida por el servicio municipal de “Atención a la víctima”, mientras aguardaba la finalizaci­ón de las autopsias y la entrega de los cuerpos.

Sólo en Tres de Febrero hubo 120 incidentes. Paneles de policarbon­ato que se alzaron como un globo de helio, laberintos de árboles caídos, veredas que funcionaro­n como depósitos de chapas y postes de luz, colapso de servicios y una torre de publicidad que osciló durante minutos hasta caer arriba de cuatro casas. Ocurrió en avenida General Paz al 2600 en el peor tramo del temporal, poco después de las 3. La estructura, de unos 20 metros, quedó recostada sobre las viviendas.

“Que nadie saliera lastimado fue totalmente fortuito. En algunas casas no había gente, pero en otras sí. Estaban durmiendo. Fue una suerte que la torre no cayera sobre habitacion­es”, describier­on desde el Municipio a Clarín. Además de viviendas, bajo el hilo de destrucció­n que dejó el poste publicitar­io había un kiosco. Algunas de las empleadas dijeron ayer ante las cámaras de televisión que el cartel solía moverse y hacer ruido cuando se levantaban fuertes vientos.

El cartel tenía una habilitaci­ón vigente desde 2014 hasta 2020. Estaba montado adentro de una casa, en una suerte de garaje. En su caída, además de derribar paredes y medianeras, arrastró el cableado y dejó a toda la manzana sin luz.

En simultáneo, los paneles de chapa del Club Santa Clara, en Fuerte Apache, se desplomaba­n por el peso del agua. Es el club donde de chico jugaba Carlos Tevez. "Que tristeza e impotencia. Tanta lucha con los papas del club y en un minuto se cae todo. Necesitamo­s ayuda urgente del intendente", pedía ayer el usuario Chile Zárate por Facebook.

Las escenas también se replicaban en otros 14 distritos de la Provincia, con 665 evacuados y 420.000 usuarios bonaerense­s sin suministro de electricid­ad, situación que se fue normalizan­do con el correr de las horas. Según un relevamien­to del equipo de la gobernador­a María Eugenia Vidal, el temporal afectó en forma especial los municipios de Merlo, Tres de Febrero, Ituzaingó, Quilmes, Pilar, La Plata y Morón.

En ese último, se desprendió el techo de una escuela. La estructura de dos aguas salió despedida y la planta alta quedó destrozada. Los alumnos, alrededor de 400 entre menores y adultos, no podrán volver. Desde el miércoles, quedarán redistribu­idos en institucio­nes cercanas.

La escuela está ubicada a media cuadra del aeropuerto de El Palomar, donde se suspendier­on y demoraron vuelos por la tormenta. En las calles de Morón ayer hablaban del paso de un “mini tornado”. Desde el SMN advirtiero­n a Clarín que para calificar al fenómeno de esa manera, debía encontrars­e una imagen del clásico embudo de aire tocando tierra. Hasta entonces no existía, pero agregaban: “Las tormentas pueden tener vientos que en velocidad superan a las de un tornado. No hay que subestimar su poder de destrucció­n”.

Las intensas lluvias, además, sobrecarga­ron las cuencas de ríos que atraviesan el suelo bonaerense. Hubo desbordes en los cauces del Río Lujan, arroyo Las Flores, Santa Águeda, Pinado, Salas, Burgueño, Calabaza, Las Piedras y Del Rey.

El paisaje en la Ciudad ya había recuperado hacia ayer a la tarde su nor- malidad. Pero durante horas fue de película. Cascadas cayendo sobre los mostradore­s en Aeroparque; pasos bajo nivel convertido­s en piletas con autos de los que solo se veía el techo; vías, andenes y pasillos del subte bajo el agua; autos abiertos como flores de metal por la caída previa de un árbol; y una foto viralizada que prueba otra vez la desidia: un rayo cayendo a metros de un escenario y del público. Fue en el estadio Malvinas Argentinas, en La Paternal. Impactó en una punta del escenario, que después se derrumbó por el viento. Los organizado­res desoyeron los alertas meteorológ­icos. También se desplomó el techo de una estación de servicio sobre la General Paz, en Liniers.

No se salvó ni el hospital Borda. Se vino abajo la pared del Centro de Investigac­iones que da a la avenida Amancio Alcorta, el mismo muro que se había caído en 1991, en otra tormenta. ■

 ?? A. MARTÍNEZ ?? Sáenz Peña. El cartel que estaba en una calle sobre la colectora de la avenida General Paz cayó encima de cuatro viviendas. Anoche trabajaban dos grúas para retirarlo.
A. MARTÍNEZ Sáenz Peña. El cartel que estaba en una calle sobre la colectora de la avenida General Paz cayó encima de cuatro viviendas. Anoche trabajaban dos grúas para retirarlo.
 ?? ALFREDO MARTÍNEZ ?? Colegiales. Un auto destrozado por la caída de un árbol en Elcano y Delgado.
ALFREDO MARTÍNEZ Colegiales. Un auto destrozado por la caída de un árbol en Elcano y Delgado.
 ?? ROLANDO ANDRADE ?? El Palomar. El techo que se voló de la escuela.
ROLANDO ANDRADE El Palomar. El techo que se voló de la escuela.
 ?? R. ANDRADE ?? Desplomado. El techo de una estación de servicio en Liniers.
R. ANDRADE Desplomado. El techo de una estación de servicio en Liniers.
 ??  ?? Aeroparque. El agua caía desde los monitores como una “catarata”.
Aeroparque. El agua caía desde los monitores como una “catarata”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina