Clarín

Trump dejó plantada otra vez a la prensa, que aprovechó para vengarse

Faltazo. El presidente no fue por segundo año a la cena anual de los correspons­ales de la Casa Blanca. Y recibió críticas.

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Donald Trump lo hizo otra vez. Prefirió reunirse con sus votantes en la localidad de Washington... en Michigan, antes que enfrentars­e a la “crème” de la prensa, que él no cesa de vilipendia­r, reunida en Washington DC para la prestigios­a cena de correspons­ales de la Casa Blanca.

En un desplante a los medios de comunicaci­ón, que él considera injustos, el presidente estadounid­ense eligió este municipio de las afueras de Detroit para celebrar un acto de campaña con el fin de elogiar lo que él considera uno de sus grandes logros en materia económica.

“Por cierto, ¿no es esto mejor que esa cena falsa de los correspons­ales de la Casa Blanca en Washington?”, preguntó un animado Trump a la multitud que lo aclamaba. “Podría estar allí esta noche sonriendo, como si me gustara cuando me disparan un tiro tras otro”, ironizó. “Si no sonríes, dirán ‘él estuvo terrible’. ‘No podía soportarlo’. Si sonríes, se preguntará­n por qué sonreía”, dijo.

Trump, que ataca frecuentem­ente a los medios calificánd­olos de “deshonesto­s” y tilda de “fake news” (noticias falsas) cualquier informació­n que considera negativa, evitó así por segundo año consecutiv­o la cena anual de periodista­s acreditado­s en la Casa Blanca. Barack Obama no faltó nunca y disfrutaba de los chistes que hacían sobre su gobierno.

En el encuentro, tradiciona­lmen- te un humorista y el presidente de turno charlan abiertamen­te ante la ‘crème’ de Washington y algunas estrellas de Hollywood. “¿Por qué iba a querer estar encerrado en una sala con un grupo de liberales que me detesta?”, había escrito esta semana el presidente en un mail de recaudació­n de fondos publicado por el Partido Republican­o.

La actriz Michelle Wolf fue la encargada de animar la cena de la flor y nata de los medios ante un público que este año contó con pocas estrellas de Hollywood, pero en la que estaban presentes la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders y la actriz porno Stormy Daniel, quien asegura haber tenido una relación sexual con Trump. Wolff dio el tono de entrada, lanzando: “Como dice una estrella porno cuando se acuesta con Trump, terminemos lo antes posible”.

Sobre Trump buscó una nueva forma de criticarlo: su patrimonio neto. “Señor presidente, no creo que sea muy rico. Puede ser rico en Idaho, pero en Nueva York, sólo está bien”, bromeó. Antes del evento, la actriz había lamentado la anunciada ausencia del mandatario, poniendo en duda su valor. “Prefiero reírme de la gente en su cara, no a sus espaldas”, dijo a la CBS. “Creo que no venir es cobarde. La única persona que faltó fue (Ronald) Reagan (en 1981) tras sufrir un intento de asesinato y, aun así, se disculpó”.

Con Sarah Sanders, quien estaba sentada al lado suyo, fue aún más ácida. Se burló de su credibilid­ad, de su apariencia y de sus raíces sureñas. Incluso la comparó con el cruel personaje de la Tía Lydia, que interpreta la actriz Anne Dowd en la serie “El cuento de la criada”.

“Realmente me gusta Sarah. Creo que es muy ingeniosa, pero incendia los hechos y luego usa esa ceniza para maquillar un ojo ahumado perfecto. Como si hubiera nacido con eso, tal vez sean mentiras. Probableme­nte sean mentiras”, dijo, mientras Sanders la miraba pétrea y adusta.

También habló de Ivanka Trump. “Se suponía que era una defensora de las mujeres, pero resultó ser tan útil para las mujeres como una caja vacía de tampones. Ella no no hizo nada para satisfacer a las mujeres. Así que supongo, de tal palo, tal astilla”, sentenció finalmente. ■

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