El amor de un chico con celular incrustado
Thriller para adolescentes, parte de una premisa original, aunque luego se desdibuje el impacto.
iBoy
Acción/Thriller. Reino Unido, 2017. 90’, SAM 16. De: Adam Randall. Con: Bill Milner, Maisie Milner, Miranda Richardson. Disponible en: Netflix.
La película parte de una premisa algo original. Es un thriller adolescente, destinado prácticamente a ese público, pero que incluye desde peleas y palizas en la calle a violacio- nes colectivas, bullying y, sí, una historia romántica.
El barrio en el que viven Tom (Bill Milner, de X-Men: Primera generación) y Lucy (la joven estrella Maisie Williams, Arya Stark en Game of Thrones) en Londres está controlado en la práctica por pandillas. Lo mismo el colegio al que asisten. Allí está Eugene, que parece comandarlo todo, aunque en verdad el control está fuera de él y de sus compinches. Hay un par de hampones mucho más temibles. Tom (cuya abuela es interpretada por Miranda Richardson) está enamorado de Lucy, pero no se atreve a decírselo. Es algo tan evidente que los malos del cole y hasta su mejor amigo lo gastan. Todo se complica cuando va a ver a Lucy a su departamento y se encuentra con que la están atacando unos muchachos encapuchados.
Tom huye por los monoblocks, pero es alcanzado por un disparo en la cabeza.
Y allí radica la originalidad del thriller. Tiene la desgracia -o la suer- te, se verá- de que fragmentos de su teléfono celular, el que utilizaba seguramente para alertar a la policía, le quedaron incrustados en su cerebro.
Y a partir de entonces, luego de quedar en coma por una semana, Tom tendrá una enorme cicatriz, sí, pero también la posibilidad desde su cerebro de intervenir teléfonos, piratearlos y hackearlos, tener una experiencia de realidad aumentada, ocasionar incendios recalentando celulares y más.
Ah, todo esto, claro, para salvaguardar a Lucy, su amada.
La obsesión por la nueva tecnología es algo apremiante, y que el cine ( Ready Player One es el mejor ejemplo, aunque ciertamente en otra escala) no está descubriendo ahora.
La película de Adam Randall promete más de lo que concreta, porque llegado el momento en el que la sorpresa por los “poderes” que adquiere Tom pasa, lo que sigue es un filme de peleas. Y no mucho más. ■