ANTECEDENTES
● Gran parte de la cúpula de la Iglesia católica de Chile está muy comprometida por las denuncias de ocultamiento de abusos de menores cometidos por curas de distintas diócesis del país. Se cree que al menos seis obispos pueden llegar a ser removidos, así como dos cardenales.
● El caso más grave tiene que ver con el reverendo Fernando Karadima, un predicador carismático respaldado en su momento por el dictador Augusto Pinochet y un amplio sector católico conservador de Chile. Karadima era muy popular y dirigía la formación espiritual de un grupo de sacerdotes en la parroquia El Bosque, ubicada en un barrio acomodado de Santiago. ● Varias víctimas, entre ellas tres que se entrevistaron con el Papa el pasado fin de semana, relataron que Karadima abusó en varias ocasiones de ellos, siendo menores. Pero también denunciaron que el cura fue protegido por varios integrantes de la cúpula de la iglesia chilena, que evitaron la difusión mayor del tema. ● Uno de los primeros protectores de Barros, según dijeron, fue el cardenal Francisco Javier Errázuriz, quien habría tomado contacto de las denuncias en 2002. Hoy Errázuriz es miembro del Grupo de los Nueve purpurados que colaboran con el papa Francisco.
● Otro de los acusados de prote- gerlo es el obispo Juan Barros. Las víctimas señalaron inclusive que el purpurado presenció los abusos. En 2015 Barros fue nombrado obispo de Osorno por Francisco, pese a que la comunidad se oponía.
Jorge Bergoglio llegó a defender públicamente a Barros, argumentando que eran calumnias de “los zurdos”. Cuando el Pontífice visitó Chile en enero pasado, lo invitó a participar de las misas que ofició en el país.
Sin embargo, ante la presión social, el Papa argentino envió un equipo del Vaticano a investigar los hechos. Ante la confirmación de los abusos, Francisco pidió perdón por su “error”.